Marlon Moreno lo arriesgó todo por su carrera

El actor colombiano vive en Los Ángeles y, aunque fue difícil volver a empezar allá, tiene nuevos proyectos, como el programa “1 contra todos” y una película.

* El Espectador
12 de septiembre de 2017 - 04:28 a. m.
Para Marlon Moreno, uno de los personajes que más ha aportado a su carrera es “El Capo”.  / / Cortesía Fox
Para Marlon Moreno, uno de los personajes que más ha aportado a su carrera es “El Capo”. / / Cortesía Fox

¿Cómo llegó a “1 contra todos”?

Fox me invitó. Yo ya conocía el proyecto, había visto parte de la primera temporada. Fue toda una sorpresa ese llamado que me hicieron, pero a la vez toda una delicia el hecho de que una serie brasileña quisiera que hiciera parte de su equipo, porque siempre quise trabajar allá.

¿Por qué quería trabajar en Brasil?

Admiro mucho el cine y todas las producciones de ese país, me parecen muy interesantes. Hubo una época en la que las novelas brasileñas eran referentes para las colombianas.

¿Cuál es el mensaje que hay en “1 contra todos”?

En la primera temporada habla de la injusticia. Cuenta que cualquiera está expuesto a que lo metan a la cárcel por un crimen que no cometió, simplemente porque se lo ganó. También siento que hay un tema de supervivencia, de cómo llegar a un sitio tan agreste como una prisión, más en Brasil que son muy duras.

¿Y en la segunda, en la que usted está?

Cadu, que es el protagonista de la primera, tiene un contacto inicial con la corrupción en la cárcel, esa es como su escuela. En la segunda estará enfrentada a un “posgrado”, porque se desenvuelve en el mundo de la política.

Háblenos de Paco, su personaje.

En principio podría definirse como un ser básico. Es como un segundo líder al mando. Siento que es inescrupuloso, capaz de hacer lo que sea para lograr el primer lugar en la organización de Pepe y no le importa nada que no sea pasarla bien y tener poder.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar con personas de otros países?

Fue muy bonita. Uno se siente como si estuviera audicionando todo el tiempo, porque nadie lo conoce. Estoy rodando ahora una película en Los Ángeles, que es con todo un equipo americano, y siento que estoy empezando de nuevo. El peor enemigo de un actor es la comodidad. Decidí dar este cambio en mi vida, por eso siempre tengo miedo, nervios y estoy pensando en dar lo mejor de mí.

¿Ha sido difícil?

Mucho. Me he comido toda la mierda del mundo.

¿Por qué?

Aprendí de la soledad, cuestioné lo que había hecho con mi vida. Iba en un avión en primera clase, pero cuando me iban a servir una champaña me lancé. Llegué a Estados Unidos sin idioma, a aprenderlo. Una cosa es hablarlo, otra actuarlo. Son incontables las veces que me han rechazado por el acento.

¿Qué ha aprendido?

A quererme más a mí mismo. No importa en qué situación esté, yo estoy por fuera de todo. Llegué a pensar que me convertiría en un habitante de calle porque eran muchos los rechazos y las dificultades psicológicas que afectan el ego. Ahora he logrado llamados, call backs, tener a mi agente y mi mánager. Todo ha sido un cúmulo de aprendizaje y hoy en día entiendo por qué me fui.

¿Por qué se fue de Colombia?

Era necesario este camino para entender lo grande que se viene ahora. Tenía que vivir todas las dificultades que pasé para entenderme más a mí mismo y poder redireccionarme con mis semejantes, entender que lo único realmente importante es el amor y que Dios me bendijo con una profesión que está hecha para comunicar. Hoy en día, cada proyecto lo hago pensando en llevar un mensaje.

Por * El Espectador

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