Viviana Hurtado, bailarina con un propósito

La coreógrafa, psicóloga y docente vallecaucana estrenó en la edición número once del Festival Internacional de Ballet, en Cali, su montaje “La vida celestial”. Según ella, en Colombia hay cientos de bailarines natos.

Hans Vargas Pardo
19 de julio de 2018 - 02:00 a. m.
Viviana Hurtado comenzó como coreógrafa con el montaje “Boja-acá”, un homenaje a la comunidad chocoana masacrada. / Álvaro Cristancho Hurtado
Viviana Hurtado comenzó como coreógrafa con el montaje “Boja-acá”, un homenaje a la comunidad chocoana masacrada. / Álvaro Cristancho Hurtado
Foto: Alvaro J. Cistancho H.

Hablemos de “La vida celestial”, la obra que se estrenó en el pasado Festival Internacional de Ballet, su temática, el porqué de la misma…

La vida celestial nació de un sentimiento de gratitud muy grande hacia Dios y un amor apasionado por la música clásica y el ballet. Estas tres fuentes han sido mi vida. Respecto a la temática, la obra es un poema recopilado por Clemes Bretano de muchos de los poemas folclóricos alemanes y fue posteriormente elegido por Gustav Mahler para realizar su Cuarta sinfonía. La historia que recreé es la de unas doncellas en el cielo y cómo viven la alegría de estar bajo el cobijo divino, lo que para mí es la paz. Sin embargo, aparece en la escena el personaje interno con el que luchamos en la vida terrena.

¿Cómo fue la recepción del público?

El público entendió la obra desde su versión. Es algo que me encanta: cada singularidad, cada subjetividad, aparece como un componente idílico en el resultado de la obra. Quien la recibe la entiende de una manera única, y para mí es la verdadera poesía. No me interesa que quede un mensaje hermético en el público, sino que pueda darse una relación íntima con cada persona.

¿Los colombianos están acostumbrados a este tipo de obras?

En Cali se ha hecho un trabajo fuerte desde hace años con la sensibilización del público. Esa es una de las labores que hacen varias instituciones en el país. En el Valle del Cauca, Gloria Castro emprendió este proyecto de sensibilización a través de la creación de Incolballet y del Festival Internacional de Ballet, y es una labor que no termina. Cada año se busca involucrar a Cali en una cultura universal.

Fue la primera bailarina en la Compañía Colombiana de Ballet. ¿Prefiere el ballet clásico o la danza moderna?

Prefiero la fusión de estas dos. Es un encuentro benigno, no me gusta ningún tipo de división.

¿Se puede ser un coreógrafo con facilidad en el país?

Hay mucho talento en Cali, existen bailarines natos en todas partes, pero el apoyo que tenemos los coreógrafos colombianos es poco, siempre prefieren traer extranjeros. En mi caso, cuando quise coreografiar para la compañía donde ejercí como bailarina, el director artístico me dijo: “El único que va a coreografiar aquí soy yo”. Renuncié y emprendí mi sueño.

También estudió psicología. ¿Esta otra profesión encaja en la creación artística?

Encaja en todo. Estudié psicología porque aprendí a amar la docencia. Me gusta ayudar a que otros bailarines se proyecten como profesionales y amen lo que yo amo. Es una manera en que el ser humano se acompaña: amando algo en común. Por ejemplo, la psicología social-comunitaria comprende las problemáticas sociales y busca maneras de intervención, y con ella hice mi primera coreografía, Boja-acá, un homenaje a la comunidad chocoana masacrada en 2002.

Otra obra exitosa de su autoría fue “María, luz inextinguible”. ¿De qué trata?

María, en la versión de Jacques Broquet, la había bailado con la Compañía Colombiana de Ballet, así que había saboreado una obra propia de la literatura vallecaucana del período romántico, pero mi amor por la ópera, el teatro y la música había creado un interés por plasmarla en la escena de otra manera y la concebí como un concierto de cámara. Después entendí que no sólo podía estar la música, sino la danza, y no podía estar sin la dulzura de los poemas de amor de Jorge Isaac. Así nació María, luz inextinguible, que es la primera obra de mi centro de artes integradas La Heredad.

¿En la actualidad trabaja en la creación de otra obra?

Sí, siempre tengo obras en mi corazón, no me sueltan, pero estoy buscando el patrocinio para una obra con el Ballet Nacional de Cuba. Es un dúo que habla sobre los diálogos de paz efectuados en La Habana, pero hasta ahora sigo en proceso de montaje.

En el futuro cómo se ve: ¿bailarina, coreógrafa, docente o psicóloga?

Creo que seré todo eso, pero con un propósito: servir a Dios a través del arte.

Por Hans Vargas Pardo

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