Un encanto en Venezuela

La isla de Margarita y las islas de Coche y Cubagua conforman el estado Nueva Esparta, la única porción insular de Venezuela. Allí, en medio de la naturaleza y la maravilla que ofrece la mezcla perfecta entre el tricolor del mar con el blanco de la arena, el clima tropical recibe a los turistas con un abrazo de humedad y, junto a ello, por el encantador panorama que venden sus verdes montañas, hoy se le conoce a esta fracción del continente americano como La Perla del Caribe.

La Asunción es la capital política, pero la comercial es Porlamar, que tiene un poco menos del 25% de la población neoespartana. El turismo y la pesca artesanal son la fuente principal de ingresos en una isla que se destaca por la amplia oferta hotelera, gracias a la importante infraestructura de la que goza la zona y que ha sido desarrollada porque a este sitio llegan una buena parte de los turistas que buscan descansar en tierra suramericana.

Y lo hacen porque la marea permite la práctica de deportes extremos y los caminos y zonas áridas son el escenario perfecto para la práctica de deportes de aventura. Pero si lo prefiere, el visitante puede reservar un día para visitar la laguna de La Restinga, decretada parque nacional, y en este sitio conocer a través de sus pintorescas embarcaciones, entre canales y manglares, la rica variedad de especies marinas que hoy se exhiben a propios y extraños, entre ellas las estrellas y caballitos de mar, además de algunos de los más exóticos y coloridos flamencos, gavilanes y pelícanos que sólo se ven en esta zona mágica del Caribe.

Aquí también podrá encontrar edificaciones españolas antiguas que, de acuerdo con los pobladores, sirvieron de fuertes durante la Conquista. Una de las razonas por las cuales hay que visitarlas y adentrarse un poco en esa enigmática historia que lo remonta a los períodos de la Colonización y las luchas independentistas que se libraron en todo el sur del Continente. Parte de este legado lo revelan construcciones como el Castillo de San Carlos de Borromeo, el Castillo de Santa Rosa de la Eminencia, en La Asunción, y Batería La Galera, en Juan Griego, donde  el turista será recibido por un niño margariteño que le contará la historia del lugar. Ese, entre otros, es uno de los atractivos más apasionantes de este maravilloso espacio cultural.

Y por si fuera poco, en Cubagua reposan los restos de Nueva Cádiz, la primera ciudad americana fundada por los españoles en el año de 1510, en cuyas aguas los amantes del submarinismo podrán apreciar las antiguas estructuras de la urbe y una rica fauna marina. Allí sólo basta con mantener un buen ritmo de respiración para observar de primera mano los vestigios de lo que existió y hoy se muestra para los apasionados de los tesoros del fondo del mar.

Pero lo que más está mostrando la isla de Margarita es su capacidad para la realización de eventos corporativos, una tendencia en la que también ganan terreno Ecuador y Colombia, que además de playas, cuentan también con destinos históricos tan apasionantes que no se pueden dejar de conocer.

Por eso, no olvide visitar Las Tetas de María Guevara, dos pequeñas colinas gemelas de 103 metros de altura cuya sugestiva apariencia recuerda los senos de una mujer. Una zona que además de tener un paradigmático resguardo natural, es de las preferidas para aquellos que quieren dejar el auto a un lado y prefieren amarrar sus cordones para adentrase en una larga caminata.

Y para los amantes de la aventura, qué mejor que un recorrido en jeep por la isla. Allí, quienes prefieren disfrutar del poder de los motores 4x4 descubren las playas recónditas y las increíbles formaciones rocosas frente al mar, que en medio de la vegetación no se dejan ver a simple vista, pero sí se han convertido en una de las razones para que los visitantes de La Perla del Caribe quieran regresar en sus próximas vacaciones. Un destino perfecto para gozar del descanso, la belleza marina y, en fin, de un buen viaje.

La isla de Margarita y las islas de Coche y Cubagua conforman el estado Nueva Esparta, la única porción insular de Venezuela. Allí, en medio de la naturaleza y la maravilla que ofrece la mezcla perfecta entre el tricolor del mar con el blanco de la arena, el clima tropical recibe a los turistas con un abrazo de humedad y, junto a ello, por el encantador panorama que venden sus verdes montañas, hoy se le conoce a esta fracción del continente americano como La Perla del Caribe.

La Asunción es la capital política, pero la comercial es Porlamar, que tiene un poco menos del 25% de la población neoespartana. El turismo y la pesca artesanal son la fuente principal de ingresos en una isla que se destaca por la amplia oferta hotelera, gracias a la importante infraestructura de la que goza la zona y que ha sido desarrollada porque a este sitio llegan una buena parte de los turistas que buscan descansar en tierra suramericana.

Y lo hacen porque la marea permite la práctica de deportes extremos y los caminos y zonas áridas son el escenario perfecto para la práctica de deportes de aventura. Pero si lo prefiere, el visitante puede reservar un día para visitar la laguna de La Restinga, decretada parque nacional, y en este sitio conocer a través de sus pintorescas embarcaciones, entre canales y manglares, la rica variedad de especies marinas que hoy se exhiben a propios y extraños, entre ellas las estrellas y caballitos de mar, además de algunos de los más exóticos y coloridos flamencos, gavilanes y pelícanos que sólo se ven en esta zona mágica del Caribe.

Aquí también podrá encontrar edificaciones españolas antiguas que, de acuerdo con los pobladores, sirvieron de fuertes durante la Conquista. Una de las razonas por las cuales hay que visitarlas y adentrarse un poco en esa enigmática historia que lo remonta a los períodos de la Colonización y las luchas independentistas que se libraron en todo el sur del Continente. Parte de este legado lo revelan construcciones como el Castillo de San Carlos de Borromeo, el Castillo de Santa Rosa de la Eminencia, en La Asunción, y Batería La Galera, en Juan Griego, donde  el turista será recibido por un niño margariteño que le contará la historia del lugar. Ese, entre otros, es uno de los atractivos más apasionantes de este maravilloso espacio cultural.

Y por si fuera poco, en Cubagua reposan los restos de Nueva Cádiz, la primera ciudad americana fundada por los españoles en el año de 1510, en cuyas aguas los amantes del submarinismo podrán apreciar las antiguas estructuras de la urbe y una rica fauna marina. Allí sólo basta con mantener un buen ritmo de respiración para observar de primera mano los vestigios de lo que existió y hoy se muestra para los apasionados de los tesoros del fondo del mar.

Pero lo que más está mostrando la isla de Margarita es su capacidad para la realización de eventos corporativos, una tendencia en la que también ganan terreno Ecuador y Colombia, que además de playas, cuentan también con destinos históricos tan apasionantes que no se pueden dejar de conocer.

Por eso, no olvide visitar Las Tetas de María Guevara, dos pequeñas colinas gemelas de 103 metros de altura cuya sugestiva apariencia recuerda los senos de una mujer. Una zona que además de tener un paradigmático resguardo natural, es de las preferidas para aquellos que quieren dejar el auto a un lado y prefieren amarrar sus cordones para adentrase en una larga caminata.

Y para los amantes de la aventura, qué mejor que un recorrido en jeep por la isla. Allí, quienes prefieren disfrutar del poder de los motores 4x4 descubren las playas recónditas y las increíbles formaciones rocosas frente al mar, que en medio de la vegetación no se dejan ver a simple vista, pero sí se han convertido en una de las razones para que los visitantes de La Perla del Caribe quieran regresar en sus próximas vacaciones. Un destino perfecto para gozar del descanso, la belleza marina y, en fin, de un buen viaje.