'Ahora es más difícil ser honrado que ladrón'

A su padre, el tinterillo, le aprendió a valorar la palabra; de su madre, la maestra de escuela, entendió que ‘uno vale por lo que sabe’. Así es el saliente gobernador de Santander, Horacio Serpa Uribe.

Angélica María Cuevas G.
27 de diciembre de 2011 - 09:30 p. m.

¿Cuáles son las claves de un buen funcionario público?

Trabajo, honradez y sentido común.

¿Cuál fue su estrategia para gobernar con transparencia?

Ser honrado, como siempre.

Siendo consecuente con su plan de desarrollo, ¿en qué porcentaje cumplió los objetivos pactados?

En promedio, el 95%. En muchas metas, más del 100%.

¿En qué se rajó Serpa ?

En no haber podido conseguir que parara de llover.

¿Qué lo hizo el mejor gobernador de Colombia de los últimos cuatro años?

Seguridad y convivencia; transparencia y lucha contra la pobreza.

¿Qué lugar de Santander le recomendaría a ciegas a un extranjero?

Si es un turista, Barichara, San Gil y Zapatoca. Si es un inversionista, Barrancabermeja.

¿Les encuentra gusto a las hormigas culonas?

Deliciosas. Especialmente las que salen del cementerio.

¿Qué es lo más santandereano que tiene?

El genio, pero lo tengo domado.

¿Qué es Barrancabermeja para Santander?

Mucho, especialmente ingresos. Y más territorio, siendo que es cabeza del Magdalena Medio.

¿Y Bucaramanga?

Buenos empresarios, buena educación, buena gente.

En cifras... ¿cómo ha afectado este año el invierno al departamento?

60 muertos, carreteras destruidas en la Zona Andina, millares de hectáreas inundadas en el Magdalena Medio, centenares de casas destruidas, cientos de campesinos arruinados.

¿Para usted cuáles deben ser las principales estrategias para afrontar este aprieto invernal nacional?

Plata, proyectos y una nueva noción del desarrollo.

¿Cómo evalúa la respuesta del Gobierno frente a la emergencia?

Ha hecho lo posible, con ayuda humanitaria y recursos económicos. Falta más plata, pero toca esperar.

¿Y de quién es la culpa de estar viviéndola?

De la “maldita” Niña. Todo lo demás es carreta. Ni hubo forma, ni hay, de evitar las catástrofes. Mitigar algo aquí, ayudar a medias allá y esperar a que pare de llover.

¿Cómo concibe el progreso?

El verdadero progreso es el que derrota la desigualdad, el que proporciona bienestar. Crecimiento económico, sin empleo, no es progreso.

¿Qué le heredó a su mamá, la maestra de escuela Rosa Uribe?

Siempre estudiar, siempre aprender. Uno vale por lo que sabe.

¿Y a su papá, un amante de las leyes?

Mi papá fue tinterillo y desde chiquito me gustó el derecho. Me enseñó a valorar la palabra y a nunca sentirme derrotado.

¿Que ha hecho que usted no haya llegado a la Presidencia?

No hice nada inconveniente. Mis contradictores hicieron mucho para atajarme.

Finalmente... ¿la masonería está saliendo del clóset?

Claro, porque ahora ser masón no es pecado. Son demócratas de buenas costumbres.

¿Dónde se siente el poder masón en Colombia?

No tengo ni idea.

¿Cómo diagnostica hoy la corrupción nacional?

Hay una cultura que le dio aceptación social. Ahora es más difícil ser honrado que ladrón.

¿A quién elegiría usted como el mejor presidente de Colombia en los últimos treinta años?

A ninguno entre 1998 y 2010.

¿Cuál ha sido el gobierno más desafortunado?

Con Samper tuvimos la mala fortuna de la crisis, muy dura. Se malogró en buena parte un gran proyecto social.

¿Qué tanto le suena la reforma de la justicia?

El Ejecutivo no debe aplicar justicia, por ejemplo los notarios. El Congreso debe juzgar a los altos funcionarios, por mala conducta e indignidad.

¿Cómo quiere que recuerden su gestión?

Como un gobierno pulcro, en lucha sin cuartel contra la pobreza.

¿Un recuerdo de sus años de universitario en Barranquilla?

Me iba bien en los exámenes y algunos me pusieron por apodo “Cinco y medio”. Otros me decían “Copetrán”.

¿Y en tiempos de la Asamblea Nacional Constituyente?

Fue grato, en medio de enormes contradicciones e intereses, haber logrado tantos consensos.

¿Un aprendizaje que le quede de esta gestión como gobernador de Santander?

Que sí es posible gobernar con los partidos, por encima de los partidos.

¿A qué le dice hoy mamola?

A la violencia. Debe ser una consigna nacional.

 

Por Angélica María Cuevas G.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar