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Homenaje a “La octava maravilla”

En alusión a la octava estrella del onceno albirrojo, el veterano periodista le rinde tributo a uno de los grandes del balompié colombiano. Dice que los valores de su equipo del alma van más allá de los triunfos deportivos.

Jorge Consuegra
17 de marzo de 2015 - 02:02 a. m.
Carlos Eduardo González, comunicador social con más de 25 años de experiencia en el periodismo deportivo. / Andrés Torres - El Espectador
Carlos Eduardo González, comunicador social con más de 25 años de experiencia en el periodismo deportivo. / Andrés Torres - El Espectador
Foto: ANDRÉS TORRES

¿Por qué decidió escribir el libro “La octava maravilla”, sobre Santa Fe?

Porque era insólito que, con 73 años de historia, no hubiera un libro que resumiera la vida de uno de los más grandes del fútbol colombiano. Porque es probable que el último lustro sea el más brillante de la historia del club y, entonces, era el momento para ofrecerles a sus hinchas un documento para revivir los mejores momentos y para conocer los antecedentes.

¿Cuánto tiempo invirtió en el proceso de investigación sobre el equipo?

Por cuestiones operativas, la investigación se realizó en sólo seis semanas. No había otra opción, según la programación que habíamos acordado con la editorial y el proceso de escritura demoró dos meses.

¿Es un libro dirigido únicamente a los hinchas rojos o a todos los amantes del fútbol?

Fundamentalmente está escrito para los hinchas de Santa Fe, pero con el cuidado y el rigor periodístico necesarios para que cualquier hincha del fútbol lo lea sin sentirse hastiado por la melosería.

¿Cuándo vio a Santa Fe por primera vez?

Recuerdo el partido Santa Fe-Júnior, en el hexagonal de 1975, el 18 de diciembre, el último juego como local antes de ir a Medellín para ganar la quinta estrella. Esa noche se ganó 3-0 con un soberano baile a los amigos costeños. Fue la única vez que acudí al estadio con mi papá, porque él nunca ha sido de esas multitudes.

¿Cómo recuerda el día que fue a ver su primer clásico?

Es posible que la memoria falle, pero del primero que me acuerdo es uno que se jugó el 12 de octubre de 1978. Santa Fe ganó 4-1 con doblete y sensacional actuación de Ernesto Díaz, que esa tarde fue una pesadilla para la defensa de Millonarios.

Si no hubiera sido el Santa Fe, ¿qué equipo hubiera sido de su alma?

No hay alguno otro que reúna las condiciones: es un grande, campeón, con rica historia y tradición, con valores que van más allá de los triunfos deportivos, con una hinchada fiel que lo sigue más en las malas que en las buenas y, algo muy especial, es una pasión que se hereda: no hay opción al oportunismo.

¿Por qué ha de quererse al Santa Fe?

Porque, más que un equipo de fútbol, para el hincha es como una religión. No cualquiera puede ser hincha de Santa Fe, porque hay que nacer con capacidad de sacrificio, con nobleza, con paciencia y sensibilidad para apreciar los momentos felices, que a veces no abundan.

¿Cree que realmente el Santa Fe es un equipo del pueblo-pueblo?

La masa de sus hinchas, seguramente, esté en el pueblo-pueblo, a pesar de que el equipo fue fundado por personas que representaban la élite de la sociedad. Cualquiera puede ser hincha de Santa Fe siempre y cuando se identifique con sus ideales; allí sí hay cama pa tanta gente.

¿Cuál ha sido la mayor satisfacción que le ha dejado el equipo?

Tantos domingos de alegría, de buen fútbol, de victorias agónicas y con la posibilidad de compartir con los amigos y gozar a los rivales. Regresar feliz a casa es algo incomparable. ¡Eso no tiene precio!

¿Recuerda una goleada aplastante que lo dejó con el alma entristecida?

En 1983, hubo un clásico que Millonarios ganó 4-0, pero el buen juego y el espectáculo lo puso Santa Fe. Era el equipo del vasco Urriolabeitia ¡Semejante equipazo no podía perder, y menos por goleada!

Por Jorge Consuegra

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