'Los apuntes de un llanero'

Periodista frustrado, este hombre le canta al Llano y su creación recibe la influencia de auténticas leyendas como el Cholo Valderrama, Tirso Delgado y Juan Farfán. Dice que las grandes disqueras temen apostar por el joropo.

Redacción Un chat con...
07 de noviembre de 2014 - 03:33 a. m.
Wálter Silva afirma que uno de sus éxitos, ‘El chino de los mandados’, es  emotivo para él porque cuenta la historia de su niñez. / Luis Ángel - El Espectador
Wálter Silva afirma que uno de sus éxitos, ‘El chino de los mandados’, es emotivo para él porque cuenta la historia de su niñez. / Luis Ángel - El Espectador
Foto: LUIS ANGEL

¿Por qué tituló su nueva producción ‘Los apuntes de un llanero’?
No sólo la persona llanera, todas las que viven en la sabana, diariamente tienen cosas que anotar. Es una recopilación de todo el entorno del Llano en el que he escrito y grabado. Se mantiene el joropo tradicional con el lenguaje sencillo.

De ese álbum, ¿cuál es la canción que más representa el Llano?

Una pelea con un alcaraván. El alcaraván es un ave que pone sus huevos en la sabana y al paso de la persona siempre busca atacar levemente. Todo llanero se ha topado con una de estas aves.

¿Qué lo motivó a cantar joropo?

Los niños de mi época nos criamos influenciados por la música llanera, escuchando a personas como Tirso Delgado, Juan Farfán, Rafael Martínez, Alfonso Niño, Aldrumas Monroy y Cholo Valderrama. Esa fue la influencia que tuve para cantar joropo. Además, todos mis tíos maternos tocan guitarra y cantan.

Hablemos de la primera canción que compuso, ‘Pentagrama llanero’.

Nombraba los cantores que sonaban en la época y en Pore, Casanare, hicieron un festival que gané con esa canción. Desde allí Me quedó sonando el gusto por la música.

¿En qué momento comenzó a verse como un artista de música llanera?

Cantaba en una emisora, La Voz de Yopal, en un programa que se llamó Estrellas llaneras, Era un concurso, pero nunca gané. Luego me vine de Pore a Yopal a estudiar y terminando grabé una canción, Dónde andará mi muchacha. Sonó muchísimo, pero no le puse cuidado al oficio; era un destacado deportista, prefería jugar microfútbol. Sin embargo, ahí me di a conocer en el Casanare.

Tuvo una serie de producciones que no tuvieron éxito. ¿A qué se debió?

Perdí el rumbo, no supe qué cantar, si música llanera romántica o tradicional. Pasaron en vano dos o tres discos más. Hasta que en 2002 grabé la primera canción éxito en el Llano, A que te dejas querer. Estaba estudiando periodismo.

Nunca ejerció el periodismo, ¿por qué?

Cuando estaba terminando la carrera soné por primera vez en el Llano completo; entonces ya me absorbió el trabajo.

¿Y qué pasó con el deporte?

Eché barriga. Era sólo regional, en los encuentros departamentales.

¿Cómo ha evolucionado musicalmente Wálter Silva?

Ha sido un proceso ascendente. Una canción ha ido superando a la otra. Con Ríos de trago me metí a Venezuela y llegué a los Grammy Latinos. Luego, con Ya no le camino más, que ha sido mi carta de presentación, volví a los Grammy, pero no gané. El chino de los mandados superó a todas las demás y No me recoja el envase. Estoy tratando de volver a pegar otra.

Mencionaba que una de sus grandes influencias es el Cholo Valderrama. ¿Cómo fue competir con él en los Grammy Latinos?

No lo he visto nunca como competencia. Tengo un pedacito de su finca que me vendió y prefiero verlo como amigo. El Cholo es una persona de la que todo el folclor debe aprender. Cuando fuimos a Houston teníamos claro que el objetivo era que él o yo nos ganáramos el premio para el Llano.

Una anécdota graciosa del viaje.

Nos habíamos quedado en el Hilton American de Houston y al lado quedaba el Toyota Center. Nos ofrecieron limusina para llegar al tapete verde y yo dije que para qué carro si estábamos a dos cuadras. Fue la burla para mí.

Su trabajo musical suele ser muy biográfico. ¿Cuál es su composición más emotiva?

El chino de los mandados es la historia de un niño al que su mamá manda donde el vecino a pedir algo de comer porque amanecieron sin nada. Ese es el retrato de mi niñez y resultó ser el retrato de la niñez de quienes escuchan la canción, del campo o la ciudad, ni siquiera por necesidad sino circunstancial.

¿Qué necesita el país para incentivar el consumo de joropo?

En Colombia, el joropo sólo está sembrado en los Llanos Orientales y está de moda, pero aun así a las grandes disqueras les ha dado miedo lanzar un producto de joropo a nivel nacional. No hay una disquera que se le haya medido a producir; les han hecho falta ganas.

Un recuerdo de infancia en el Casanare.

Estar montado en el lomo de un burro cargando agua. Esa formación sana y bonita es el mejor recuerdo y espejo de mi niñez.

¿Y en una canción?

La de los mangos, que es la primera niña a la que trato de enamorar. La historia es que había un palo de mangos frondoso, yo bajaba el mejor mango y se lo regalaba.

¿Qué sucedió con la niña?

Me fui de la vereda hace muchísimos años, pero supe de ella toda la vida porque se crió al lado de mi casa. Hoy en día es una señora respetable, muy querida... Ni siquiera fuimos novios, fue aquella cosa hermosa que uno de niño tenía.

Lo más auténtico de Wálter Silva.

El lenguaje sencillo de las canciones, sin ser el más llanero. Le canto al Llano, lo que viví o lo que escasamente sé. Le debo mucho y debí haber aprendido muchas cosas más. Salí para el pueblo a los 15 años y entre pueblo y campo se pierde parte del campo.

 

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