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Manolo Barrios: 'Es más difícil descender'

Él es el primer colombiano en lograr la cima del monte Vinson (Antártida) y le resta la pirámide de Carstensz para conquistar las cumbres más altas del mundo.

Óscar Güesguán
01 de enero de 2013 - 09:00 p. m.
El montañista ibaguereño Manolo Barrios estuvo en la primera expedición que logró la cima del monte Éverest en 2001. / Luis Ángel-El Espectador
El montañista ibaguereño Manolo Barrios estuvo en la primera expedición que logró la cima del monte Éverest en 2001. / Luis Ángel-El Espectador

¿Cómo fue la travesía en el monte Vinson?

Pues es muy complicada por el viento, las altas temperaturas, las grietas que hay en la parte más alta de la montaña, jalar los trineos y escalar paredes de hielo de mil metros.

¿En qué consiste el proyecto de las siete cumbres?

Después de que llegamos a la cima del monte Éverest fuimos armando cada uno de los compañeros la logística y la estrategia para subir las siete cumbres más importantes del mundo.

¿Cuáles son las condiciones del monte Vinson?

La cumbre es una cuchilla, una arista muy angosta en donde se encuentran despeñaderos a lado y lado de más de mil metros. Cualquier movimiento en falso puede hacer que usted se vaya al abismo, aun estando anclado.


¿Qué fue lo más peligroso?

El viento fue muy fuerte, todo el tiempo me deshidrataba, se metía por la nariz, los oídos entonces eran un fastidio, pero tuve que aprender a convivir con eso. Eso nos menguaba física y psicológicamente. La línea de ascenso era de mil metros y cargando la mochila durante diez horas fue muy duro.

¿Alguna de las personas con las que iba desistió?

Un americano que conocí allá alcanzó a escalar un poco más de la mitad de la montaña y no pudo continuar, quedó tendido en el hielo y la gente del grupo lo ayudó para poderlo bajar al campamento. Fue muy grande la frustración, porque él se había financiado toda la expedición y no lo logró.

¿Cuál cumbre le falta?

La pirámide de Carstensz, en Nueva Guinea, que es una pared en roca, ubicada en un lugar inhóspito, con un clima tropical y una vegetación abundante. Tiene la característica de que los indígenas hasta hace poco eran antropófagos y eso me pone un poco nervioso (risas).

¿Es muy difícil dedicarse al montañismo en un país como Colombia?

Conseguir el apoyo económico es muy complicado. Aquí estamos dominados por los deportes populares y la gente piensa que para hacer montañismo hay que tener mucho dinero, y míreme, soy un terrenal cualquiera (risas).

¿Qué apoyo le da el Gobierno?

De las pocas que tuve fue en el año 84, una expedición netamente colombiana al monte Broad Peak (frontera China-Pakistán). Ese año fui nombrado deportista a la excelencia dentro de un grupo de 15 deportistas de diferentes disciplinas. Luego de eso no he recibido ayuda alguna.

¿Alguna vez se ha retirado de una escalada?

Me retiré dos veces en el monte Manaslu (Nepal). A propósito de eso, hubo dos colombianos que intentaron subirla y perecieron.

¿Tiene alguna estrategia que pueda incentivar a las nuevas generaciones para que se dediquen al montañismo?

Una federación apoyada por el Gobierno Nacional y los departamentales podrían generar una cuna de buenos escaladores para cambiarles ese chip a los muchachos y evitar que muchos de ellos caigan en las drogas.

Nelson Cardona, escalador discapacitado, quiere escalar el monte Vinson ¿Qué opina?

Es superación, él piensa en que tiene las capacidades y es bueno. Sin embargo, no se puede pensar que uno es más que la montaña y las lecciones pueden ser muy severas. No soy un experto en montaña, pero le diría que sea muy prudente, que no hay que buscar un récord, porque finalmente éste está dentro de uno y que disfrute la montaña.


¿Alguna experiencia que nos pueda contar de sus años como escalador?

Tuve que cargar el cuerpo de una persona que encontraron en la ladera del nevado del Tolima, a 5.215 metros. No supe exactamente qué fue lo que pasó, pero creemos que una persona decidió escalar sin el equipo adecuado y parece que murió víctima de una hipotermia severa.

¿Por qué decidió dedicarse al montañismo?

A mí me criaron en una finca y me iba a pie a la escuela. Aprovechábamos para subirnos en los árboles, brincando en los bejucos y había un lugar que era una especie de peñasco de tierra que había socavado una quebrada y ahí me subía. Desde esa época supe que esto era a lo que me quería dedicar.

¿Cómo fueron sus inicios?

El primer encuentro internacional al que asistió Colombia fue en Chile, y como no tenía dinero para irme en avión, me fui nueve días en bus, tomando agua los últimos días para poder pagar los US$50 de la inscripción. Me fui solo a hacer mi escalada, después de cinco días de haberlo logrado ya venía el grupo de rescate a buscarme, porque creían que había muerto.

¿Qué es lo primero que piensa al lograr una cumbre?

Recuerdo mucho el país, mi familia y amigos, pero uno no se puede desconcentrar, muchas personas pierden la vida por esa razón. Algunas veces puede ser más difícil bajar que subir, porque usted se relaja mentalmente.

Por Óscar Güesguán

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