'La naturaleza me inspira'

Villegas remodeló el Hotel Santa Clara de Cartagena, haciendo la fusión de una edificación del siglo XVII con elementos contemporáneos.

El Espectador
28 de diciembre de 2012 - 09:13 p. m.
Marcela Villegas asegura que sus proyectos “son como los hijos y se quieren por igual”. /  Cortesía
Marcela Villegas asegura que sus proyectos “son como los hijos y se quieren por igual”. / Cortesía

¿Cuál era la situación del Hotel Santa Clara en Cartagena? ¿Por qué remodelarlo?

Todo proyecto, y más tratándose de un proyecto hotelero, tiene un ciclo de vigencia y requería una intervención radical. Además de la creciente oferta hotelera de Cartagena, que exigía estar preparados para mantener su posición de privilegio.

¿Cuál fue su aporte específicamente en esta remodelación?

El objetivo principal fue conformar un concepto general que aportara a la identidad e imagen de los espacios que se intervinieron para cumplir con las expectativas de la Cadena Sofitel, de altos estándares y que se ajustara a las tendencias actuales manteniendo el carácter de la edificación.

¿Cuál fue el reto más grande?

Realizar un proyecto que tuviera un espíritu caribe, de alta categoría y que se respetara el carácter de la edificación y su historia. Un edificio mezcla de arquitectura colonial y republicana. Significó además estudio, reflexión, confort y elegancia.

¿Qué hizo diferente este trabajo con respecto a otros que usted ha hecho?

Intervenir un edificio con una carga histórica alta, el cual debía respetarse pero dándole un aire contemporáneo.

¿Cómo combinar arquitectura de principios del siglo XVII con la contemporánea?

Con una alta dosis de creatividad que hiciera posible fusionar la arquitectura colonial con instalaciones técnicas y tecnológicas de actualidad sin agredir el valor histórico. Apoyarnos en la historia hacía que la edificación sugiriera la intervención y fuera siempre la musa para crear y diseñar.

¿Cuál de sus reconocidos proyectos ha sido el que más le ha gustado?

Muy difícil decir cuál, ya que cada proyecto se realiza como si fuera el único, con dedicación y empeño. No diferenciamos entre uno y otro, así varíen tipología, área, tiempo, etc. Son como los hijos y se quieren por igual.

¿Qué hace que su trabajo sea distinto al de otro arquitecto?

La atención personalizada, el empeño por la satisfacción del cliente, el grado de cuidado en los detalles, es lo que nos diferencia de otros talleres de interiorismo.

¿Cómo realizar nuevas propuestas arquitectónicas sin que se pierda de vista lo tradicional?

La clave está en contextualizar los proyectos, en el ambiente exacto en que se desarrolla, pero partiendo de la globalización necesaria para las organizaciones de hoy en día.

¿Cuál es su utopía en la arquitectura?

La arquitectura la veo como una labor creativa que plantea soluciones reales a problemas o planteamientos reales y aporta al bienestar de la comunidad.

¿Existe algún común denominador en sus trabajos?

La arquitectura interior que nosotros hacemos tiene un común denominador y un propósito que es la búsqueda de la permanencia en el tiempo de nuestros proyectos.

¿Qué podrían copiar otros países de Colombia en materia de arquitectura?

La creatividad en las soluciones que hemos desarrollado. Gracias a que no contamos con los recursos de los megaproyectos de otros países, debemos acudir a soluciones novedosas y recursivas.

¿Qué no permitiría que pasara con un proyecto suyo?

Que no fuera el individuo lo primordial en nuestro oficio. Para nosotros siempre está la persona como la base y objetivo de nuestros diseños. Es la motivación y el fin.

¿Siempre quiso dedicarse a la arquitectura?

Desde que recuerdo, siempre quise ser arquitecta, y al graduarme en el colegio a los 15 años, no dudé de mi vocación.

¿No encontró algún tipo de resistencia al entrar a este campo por ser mujer?

La resistencia era más bien al tipo de oficio de diseñadora y arquitecta interior. Fue muy difícil convencer al medio de la importancia de lo que ofrecíamos como profesionales del espacio interior.

¿Cuál es la función de un arquitecto dentro de la sociedad?

La arquitectura para la sociedad significa enfocarse en las necesidades de los usuarios, creando espacios heterogéneos, plurales y diversos que sean aptos para integrar a quienes lo necesiten. Nosotros somos facilitadores, que generamos armonía entre el espacio y su usuario

¿De qué depende el prestigio de un arquitecto?

De la ética y de la capacidad de entender al cliente

¿Qué la apasiona?

Mi trabajo, crear y disfrutar con los resultados.

¿Qué libro está leyendo?

Estoy leyendo dos en este momento: Nuestras vidas son los ríos, de Jaime Manrique, una novela histórica sobre la vida de Manuelita Sáenz, y Las auroras de sangre, de William Ospina. Generalmente mezclo dos libros al tiempo

No podría vivir sin…

La naturaleza, que me inspira siempre

¿Qué le molesta?

La mentira

Un consejo para el éxito.

La pasión y el amor por lo que se hace.

Por El Espectador

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