Guardianes de la naturaleza

Este preocupante escenario, entre otras razones, ha llevado a que muchos animales se queden sin hogar, mientras que otros tantos, como el oso de anteojos, el puma, el jaguar o el mico tití se encuentren en peligro de extinsión. Por fortuna se han conformado organizaciones decididas a hacer algo al respecto. Una de ellas es Cornare, que en 2013 creó el programa BanCO2. Bajo este modelo, empresas y personas naturales pueden medir su huella de carbono y compensarla con dinero que posteriormente llega a campesinos que se dedican a cuidar los recursos naturales. De esta manera se han beneficiado 961 familias de ocho departamentos entre los que se encuentran La Guajira, Santander, Boyacá y Antioquia.

 

Bancolombia es un aliado fundamental de esta iniciativa al garantizar que el pago por los servicios ambientales llegue a las comunidades que habitan en los ecosistemas, a travésde Ahorro a la mano, un sistem aque les permite manejar sus cuentas de manera segura a través del celular y sin consumir datos ni minutos. La familia de Javier Gallo, habitante de la vereda Miraflores, en el municipio de San Carlos, Antioquia, es uno de los socios del programa BanCO2, línea Bio. Al igual que varios campesinos de la región, asumió el compromiso de proteger los bosques que conforman los corredores biológicos del puma, un animal que durante los últimos años ha estado en peligro por cuenta de la caza indiscriminada.

 

Los habitantes del oriente antioqueño argumentan que el animal entra en sus propiedades y se come sus animales. Lo que muchos no saben es que son los humanos quienes están invadiendo el territorio del puma debido al crecimiento de las fronteras urbanas y cazarlo, explica Gallo, no es la solución. “Estamos aprendiendo a vivir con él. Nos hemos dado cuentade que no es peligroso para nuestra sociedad”. Los Gallo tuvieron que abandonar su hogar en el 2000 por culpa de la violencia y tras cuatro años como desplazados Javier y su esposa Soreli pudieron regresar a San Carlos, donde se dedican a la siembra de cacao, yuca y fríjol.

 

Tuvierona su primer hijo, Michael, quien nació ciego. Al igual que en la naturaleza, en la vida todo se trata de equilibrio, y cuatro años más tarde el pequeño comenzó a manifestaruna aptitud musical sin igual. Primero imitaba los sonidos de la naturaleza y luego su padre le enseñó lo poco que sabía de guitarra y le regaló un piano de plástico. Cuando eso no fue suficiente lo llevaron a la casa de la cultura del pueblo. Mientras todo esto sucedía llegó Michele, la cuarta integrante de la familia. Una academia musical del municipio El Peñol le ofreció a Michael una beca de estudio que al principio no pudieron aceptarpor falta de recursos para su desplazamiento y alojamiento. Pero cuidar el entorno en elque viven dio frutos.

 

Gracias al esquema BanCO2, Javier recibe un ingreso adicional y todos los 23 baja de su finca para buscar señal y confirmar la consignación del dinero merecido por proteger el habitat del puma. Una labor que le ha permitido a Michael continuar suproceso de formación e incluso aspirar a un mejor futuro. Futuroque todavía será mejor si como sociedad, asegura con movido Javier, nos damos cuenta de que entre más cuidemos el ambiente mayor será el beneficio, “no solamente para uno sino para el mundo entero".