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El fracaso parece no estar en el diccionario de algunos surcoreanos. Por lo menos 500 devotos del equipo de fútbol de Corea del Sur se citaron para recibir a los jugadores de la escuadra nacional este viernes en el Aeropuerto Internacional de Incheon. La bienvenida, sorpresivamente, estuvo eclipsada por un puñado de aficionados que lanzaron huevos a los futbolistas y les propinaron varios insultos. Pese a las mejorías que mostró el combinado nacional en el torneo, la eliminación prematura dejó insatisfechos a algunos hinchas.
Corea del Sur quedó tercera del Grupo F en la Copa Mundo de Rusia 2018, por encima de la vigente campeona Alemania, a quien derrotó (1-0) en el último partido. Pese a la victoria, el combinado asiático no logró la clasificación a la siguiente ronda por lo que tuvo que regresar a su país anticipadamente.
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El plantel, entre tanto, se mantuvo estático durante la bochornosa presentación y no se dejó llevar por los ánimos. El entrenador del equipo, Shin Tae-Yong, señaló que “no quería volver a casa hasta julio y es decepcionante volver en junio”, pero fue enfático en agradecer a los seguidores por su amor y apoyo. “Sin nuestros fanáticos, no hubiéramos podido crear el milagro que hicimos”, sentenció.
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