Para los adultos mayores, la actividad física consiste en actos recreativos o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos caminando o en bicicleta), labores ocupacionales (cuando la persona todavía desempeña actividad laboral), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados.
En estos días, cuando las restricciones por el COVID-19 están presentes y se recomienda mayor cuidado con los adultos mayores, ellos no deben dejar de hacer algún ejercicio físico en casa, con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y funcional, y reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, depresión y deterioro cognitivo.
Según Clara Lucía Ospina, directora de Hogar Día Mi Casa, un jardín para adultos mayores, una de las características que vienen implícitas en la tercera edad son las alteraciones en el estado físico por el envejecimiento del cuerpo. Conocemos que a medida que las personas envejecen su salud se va deteriorando, trayendo complicaciones para las actividades que hacen en su diario vivir.
Pero no todo son malas noticias, se ha demostrado con investigaciones que el ejercicio físico puede modificar el ritmo de degeneración. Solo es necesario adquirir un estilo de vida diferente, relacionado con buenos hábitos de conducta en cuanto a la alimentación y la actividad física, que también juega un papel muy importante en la salud neuropsicológica, mejorando el patrón del sueño, la salud cognitiva y los estados depresivos.
“Por eso, todos los días hacemos estiramiento muscular, bailes, terapias físicas... El movimiento es indispensable”, asegura Clara Lucía Ospina, quien también recuerda con nostalgia los días en los que el jardín estaba abierto, todos los días, de 8:00 a.m. a 5:00 p.m., para alegrar la vida de tantos adultos mayores, y que hoy, por la pandemia, está cerrado.
Sin embargo, también es optimista y cuenta que “espera ver pronto a sus amigos, que se volvieron familia. Y mientras tanto, aprovechan la virtualidad, como las redes sociales, para celebrar cumpleaños, recomendar actividades y seguir en contacto, recordando la importancia de la actividad física”.
Rehabilitación geriátrica
“La fisioterapia en la tercera edad va más allá de un simple ejercicio físico, pues debido a las necesidades propias de la población adulta los programas de actividad física deben ser preparados y organizados por profesionales en la materia, realizando una evaluación previa que permita determinar las capacidades de cada individuo y de acuerdo con ello implementar el plan”, recuerda July Alexandra Noy Baquero, fisioterapeuta especialista en seguridad de la Universidad Manuela Beltrán y profesora de Hogar Día Mi Jardín.
El objetivo principal de la terapia física para los adultos mayores en Bogotá y en cualquier parte del país debe ser: proporcionar a la persona un programa preventivo, correctivo o de mantenimiento, donde se busque la independencia funcional y mejorar así su calidad de vida.
“Es fundamental caracterizar de manera general el estado funcional, nivel de actividad física y condición física. Estas tres variables se miden por medio de dos cuestionarios y una batería física, que determina el estado de las capacidades físicas (fuerza en tren superior e inferior, flexibilidad, condición aeróbica y equilibrio dinámico), además de medir la fuerza prensil con un dinamómetro manual, que nos ayuda a tener una visión del estado físico y nos guía para la planeación de las actividades a realizar”, asegura Edison Alejandro Torres Bustamante, otro de los profesores del jardín para adultos mayores, licenciado en Educación Física Recreación y Deporte, en la Corporación Universitaria Cenda.
Para lograr mantener y mejorar esa movilidad y motricidad, es importante tener en cuenta las siguientes indicaciones:
- Valorar, mantener y aumentar la máxima movilidad articular.
- Mejorar la independencia en actividades de la vida diaria.
- Aumentar la fuerza muscular.
- Lograr un buen patrón de equilibro.
- Lograr la confianza y cooperación del paciente desde un inicio.
Clara Lucía Ospina comenta que otro de los profesores es José Galván —profesor de baile y clown hospitalario, con más de diez años trabajando por medio de la risa y la expresión corporal—, quien mezcla la música para activar la salud mental y, “además de darles clases de baile a los adultos mayores —otro ejercicio muy recomendado—, les da alegría por medio de la música”.
“La felicidad que me produce ver a los abuelitos me llena el alma. Ver su recuperación por medio de la terapia de la felicidad, durante la hora de trabajo, dos veces a la semana, es algo que no tiene precio. El entregar amor por medio de un trabajo es lo que ellos siempre necesitan. El amor lo cura todo. Esa es mi mayor experiencia como profesor de danza y entregando la terapia de la risa a seres humanos tan valiosos como lo son nuestros adultos mayores”, dice José Galván.
Ejercicio físico, música y amor: esa parece ser la clave.
Efectos beneficiosos de la actividad física en los adultos mayores
Según la Organización Mundial de la Salud, en general, la evidencia disponible demuestra de forma contundente que, en comparación con los adultos mayores menos activos, hombres y mujeres, las personas mayores físicamente activas:
- Presentan menores tasas de mortalidad por todas las causas (cardiopatía coronaria, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2, cáncer de colon y de mama, y depresión), mejor funcionamiento de sus sistemas cardiorrespiratorio y muscular y una mejor masa y composición corporal.
- Tienen un perfil de biomarcadores más favorable para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2 y la mejora de la salud ósea, y presentan una mayor salud funcional, menor riesgo de caídas, funciones cognitivas mejor conservadas y un menor riesgo de limitaciones funcionales moderadas y graves.