El turismo ha sido uno de los más afectados por el COVID-19. El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) asegura que el sector actualmente enfrenta más de 100 millones de empleos perdidos en todo el mundo, a un costo de hasta US$ 2,7 billones.
Y entre los más afectados, con un importante impacto económico, están los cruceros. Según Richard J. Vogel, presidente y CEO de Pullmantur, hasta ahora más de 40.000 pasajeros han cancelado sus viajes y, por cada barco varado, la naviera pierde US$1,2 millones al mes.
“La industria de cruceros ya se ha enfrentado a numerosas crisis, que, aunque ninguna se compara con la que estamos viviendo ahora, si nos demuestra que la industria siempre ha mostrado gran fortaleza, que es capaz de adaptarse y cambiar rápidamente los protocolos y establecer unos nuevos muy rigurosos”, aseguró el presidente en una videoconferencia con algunos medios de comunicación.
(Le puede interesar: Viaje desde casa, Aruba le da la bienvenida a su isla virtual)
“Es necesario entender qué es lo que los huéspedes esperan de nosotros. Por un lado, y principalmente, tenemos que garantizar su salud y seguridad, al mismo tiempo tenemos que entender por qué ellos deciden viajar con nosotros. Por eso hay que trabajar en conjunto con los destinos y asegurarnos que podamos satisfacer las necesidades de los viajeros”, añade Richard Vogel.
Primero la seguridad
Los operadores de cruceros cada día trabajan en nuevas medidas y protocolos de higiene y salud para que, cuando se pueda volver a viajar, los navegantes se sientan seguros.“El turismo y el mundo de los cruceros volverá, pero, por supuesto, no lo hará de un día para otro. Por eso estamos trabajando en diferentes procedimientos”, apunta el presidente de Pullmantur.
Y cuenta que cuando el virus empezó comenzaron con procedimientos específicos en términos de limpieza, desinfección, medida de temperatura, entre otros. Estos protocolos van a continuar y se implementarán algunos más estrictos como las limitaciones en el número de pasajeros, y otros que contribuyan con el distanciamiento social.
“Tendremos que ser muy transparentes con nuestros viajeros y explicarles cómo vamos a mantenerlos sanos a bordo. Confío en que los protocolos que estamos implementando son los correctos y que seremos capaces de convencer a los pasajeros de hacer un viaje. Quizá el producto de cruceros que conocíamos hasta ahora no será el mismo que vamos a tener mañana, pero volveremos. La gente siempre necesitará vacaciones”, enfatizó Richard Vogel.
Esta naviera continúa con la suspensión de su operativa de cruceros a nivel global hasta el próximo 3 de julio de 2020.
A los clientes afectados por la cancelación de su crucero les ofrecerá un bono por valor de la cantidad ya abonada a la compañía, así como un crédito a bordo para disfrutar en sus próximas vacaciones.
(Le puede interesar: Crucero temático: recorriendo ciudades del Caribe al ritmo del rock)