Turismo

¿Qué ver y hacer en Katmandú? Recomendaciones para su visita

Todos alguna vez deberíamos viajar a Nepal para comprobar que existe. Un país que permite sobrevolar el Everest, tener contacto con una diosa viviente y recorrer templos milenarios que han resistido hasta los más fuertes terremotos. Para los nepalíes el invitado es equivalente a Dios.

María Alejandra Castaño Carmona - mcastano@elespectador.com
20 de enero de 2020 - 08:38 p. m.
Katmandú, la capital de Nepal, se ubica en un valle rodeado por las montañas del Himalaya.  / María Alejandra Castaño Carmona - Motorola One Vision
Katmandú, la capital de Nepal, se ubica en un valle rodeado por las montañas del Himalaya. / María Alejandra Castaño Carmona - Motorola One Vision

Viajar abre la mente y despierta los sentidos. Pero andar por Nepal, además, intensifica las emociones y nos transporta a universos que no pensaríamos que existen, o, por lo menos, que podríamos llegar hasta ahí.

Por ejemplo, poder sobrevolar el Everest, la montaña más alta del mundo, y ver cómo de un momento a otro entre el verde de las montañas y el azul y blanco del cielo se asoman picos nevados, imponentes, perfectos, son de esos momentos que quedan donde se guardan los recuerdos más bonitos.

Así mismo caminar por Katmandú, la capital de Nepal, que en 2005 sufrió un fuerte terremoto pero que hoy en día está llena de templos que siguen de pie, vivos, resistiendo el movimiento y ver, de frente, desde muy cerca a una Diosa Viviente, única en el mundo, tan sagrada como cualquier deidad, complementan la mágica experiencia.

Porque muchos dicen que, aunque se visita Nepal por sus montañas, se regresa por su gente. Y los nepalíes, con su cordial namasté y sonrisa sincera demuestran que para ellos el invitado es equivalente a Dios.

Además de ser la ciudad más grande de Nepal, es la capital política y cultural del país, y está cargada de encanto y misterio. Caminar por Katmandú es como entrar en otro mundo, donde, a pesar del fuerte terremoto que sufrió todo el país en 2005, la mayoría de sus templos siguen en pie y tan vivos como hace siglos atrás. Recorrer sus calles, intentar comunicarse con su gente, tomarse un tradicional té y perderse entre árboles de vida, creyentes orando, cantando y danzando, tiendas donde venden cualquier cosa que esté buscando y edificaciones milenarias.

Manteniendo sus antiguas tradiciones y guardando el misticismo que lo rodea, Katmandú es bendecida por la Diosa Viviente Kumari, una deidad con más de diez siglos de historia, que puede ser vista, pero no fotografiada, en el palacio Kumari Bahal, visitado todos los días por cientos de turistas curiosos y creyentes.

Esta diosa siempre es una niña newari (población indígena del valle de Kathmandú) que mantienen su divinidad hasta la primera menstruación, momento en que el espíritu de la gran diosa Taleju las abandona para encarnarse en una nueva niña. Ellas deben reunir 32 requisitos o “perfecciones” como haber nacido en un momento exacto del calendario, tener dentadura perfecta, ojos oscuros y someterse a un ritual en el que no deben mostrarse asustadas por el sacrificio de algunos animales, mientras sacerdotes bailan enmascarados. La Diosa Viviente es venerada tanto por hinduistas como por budistas, pues, entre otros, creen en que puede curar a los enfermos.

Templos: historia, arte y religión

Se dice que Siddartha Gautama (Buda) nació en el año 543 a.C., en el pueblo de Lumphini, hoy en día Nepal; y es ampliamente adorado por los budistas e hinduistas de este país. Los cinco Budas: Dhyani, Vairochana, Akshobhaya, Rathasambhava, Amitabha y Amoghasiddhi representan los cinco elementos básicos: tierra, fuego, agua, aire y éter; historia que pueden ser vistas y conocidas en Swayambhu, más conocido como el Templo de los Monos, uno de los lugares religiosos más antiguos en Nepal, y que, gracias a su ubicación en una de las colinas más altas de Katmandú, tiene una panorámica imperdible de todo el Valle.

El complejo Swayambhunath cuenta con una imponente estupa dorada (en el budismo es una estructura que representa la mente de Buda) en la que están dibujados los característicos ojos del sabio del budismo que dirigen su vista a los cuatro puntos cardinales, también hay varios santuarios, templos, un museo y un monasterio tibetano.

Además de poder explorar estos edificios, conocer su origen y su significado, en Swayambhunath, mientras sube y baja las 365 escaleras que lo dejan en la estupa, se cruzará con decenas de puestos de artesanía, con monjes y, por supuesto, con tantos monos como pueda imaginar.

Por otro lado, la aldea de Bodhnath, el centro de la comunidad tibetana exiliada en Nepal alberga, con sus treinta y seis metros de altura y su forma de mandala, la estupa de Boudha que es la más grande de Asia.

Según el sitio oficial de turismo de Nepal en la parte superior de esta se encuentra la harmika, con los omniscientes ojos del Buda, simbolizando el estar consciente de todo lo que ocurre. La cúspide tiene trece escalones que simbolizan diferentes etapas hasta llegar a la iluminación.

Igual de fascinantes son las calles circundantes a la estupa Boudhanath, con monjes de cabeza rapada y túnicas granates, monasterios tibetanos y tiendas que venden molinos de oración e incienso.

Estas son solo algunas de las decenas de opciones de templos y palacios budistas e hinduistas, la mayoría de ellos del siglo XVII, que se pueden ver en su visita a Katmandú.

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Vuele sobre la cima del mundo

Desde la capital de Nepal se puede tomar un “vuelo de montaña” para sobrevolar la cima más alta del mundo y otras grandes montañas de los Himalayas. Se trata de un vuelo panorámico o escénico con aviones especialmente adaptados para volar en esas zonas.

Durante el recorrido de una hora el viajero tiene la oportunidad de ir a la cabina del piloto para tener una mejor vista de la montaña de 8.848 metros de altura, así mismo, una azafata le va explicando y mencionando la importancia espiritual y los nombres de las diversas cumbres. En la mitad del vuelo, y para seguir celebrando, también se brinda con champaña y a cada pasajero le dan un diploma para tener en físico otro recuerdo de esa experiencia en las alturas.

Es un destino que se puede aprovechar mejor si va acompañado de una agencia de viajes. Mega Travel Colombia, sinónimo de calidad, precio, profesionalismo e innovación, es una buena opción. 

Dónde dormir

Hay muchas opciones y recomendaciones, el barrio Thamel es muy popular y concurrido, y podrá encontrar importantes ofertas.

Si quiere algo más cómodo y tranquilo una buena opción es el Shambala, un hotel boutique situado en Katmandú que ofrece una piscina al aire libre con una linda panorámica.

Qué comer

El dal bhat es el plato nacional de Nepal. Es un tipo de thali que contiene arroz blanco (bhat) y sopa de lentejas (dal) y generalmente va acompañado de un curry de vegetales, una mezcla de verduras picantes otras crudas.

Los momos también son muy populares, son como empanaditas que se pueden comer fritos o cocidos al vapor.

Visa

Se tramita en el aeropuerto tan pronto aterrice.

Los precios son:

Visa turista Nepal multientrada 15 Días (30$)

Visado turista Nepal multientrada 30 Días (50$)

Visado turista Nepal multientrada 90 Días (125$)

Moneda:

Rupia Nepalí

Por María Alejandra Castaño Carmona - mcastano@elespectador.com

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