Huevos revueltos con espárragos trigueros y brie
Sin entrar en detalles, existen dos clases fundamentales de espárragos: verdes y blancos, y aunque se trata de la misma planta, la diferencia radica en el método de cultivo. Los verdes han sido tocados por los rayos solares, por lo que están llenos de clorofila y a eso se debe su color. En cambio, los blancos crecen alejados de la luz solar: conforme van brotando, los agricultores los van cubriendo con capas sucesivas de arena para mantener su crecimiento en completa oscuridad. Mientras el sabor de los primeros es consistente, el de los segundos es mucho más sutil, por lo que se deben tratar con mayor cuidado en la cocina. En ambos casos, el mandamiento es respetar su sabor y esto significa evitar atiborrarlos de ingredientes que los puedan opacar. Por eso, ustedes verán que la gran mayoría de preparaciones con espárragos son sencillísimas al extremo; y nunca, pero nunca, se deben pasar de cocción. Como los espárragos son tiernos brotes, deben cocinarse con sumo cuidado para no afectar su sabor primaveral: lo ideal es cocerlos al vapor o blanquearlos rápidamente en agua. En esta serie me propongo, entonces, mostrarles la versatilidad de este delicado ingrediente, haciendo un recorrido por sus posibilidades. Con la receta que nos ocupa esta semana, por ejemplo, quiero demostrar que, si se les prepara de una manera correcta y se les combina con ingredientes adecuados, los maravillosos espárragos pueden ser protagonistas no sólo en el almuerzo y la cena, sino también a la hora del desayuno.
hsasson28@hotmail.com / www.harrysasson.com
Ingredientes
1 taza de espárragos trigueros (los más delgados que encuentre), crudos y cortados al sesgo
5 huevos
100 gramos de queso brie cortado en cuadritos
2 cucharadas de crema de leche fresca
2 cucharadas de mantequilla
Sal y pimienta
Preparación
Bata los huevos junto con la crema de leche, sal y pimienta negra recién partida. Derrita la mantequilla en una sartén a fuego medio y dore allí los espárragos durante tres o cuatro minutos, hasta que cambien de color a un verde más oscuro. Reduzca la temperatura, agregue los huevos y remueva con la ayuda de una espátula de madera (me gusta cocinar los huevos a baja temperatura para que queden cremosos). Cuando estén a medio cocinar, añada los cuadritos de brie y termine de cocer. Sirva inmediatamente acompañados con un buen pan.