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De los Pajares conocemos su larga y exitosa tradición culinaria. El restaurante de Fernando y Saturnino Pajares tiene un puesto importante en la historia de restaurantes colombianos. Su primer puesto entre lo de Bogotá se fundamentó en la excelente comida tradicional española y La Alcachofa descansa en esta tradición.
El menú consta de 5 entradas, de las cuales, 2 son alcachofas, con precios entre $15.000 y $30.000. Cuatro cremas entre $14.000 y $22.000, siendo la estrella el Potaje Ligero de Alcachofa. Once “Tapas” de $12.000 hasta el plato de tapas especiales a $45.000. Como platos fuertes, 10 carnes extraídas del viejo menú de Pajares (entre $25.000 y $45.000). Pescados 6, entre $32.000 y $39.000. Mariscos 8 entre $37.000 y $ 40.000 y 5 postres. Hay una buena carta de vino con precios entre $55.000 y $350.000 donde se destacan excelentes vinos españoles. Dejo para el final 6 ensaladas entre $18.000 y $ 29.000 que imagino es el aporte de Dominique al menú. Es con sus ensaladas y vegetales de guarnición con que quiere mostrar diferencia con Pajares, pero el intento no es muy afortunado.
Decidimos irnos con las carnes y ensaladas y dejar pescado y mariscos para otra ocasión. Arrancamos con “Tapas especiales”: albóndigas buenas, pero algo les faltaba si recordamos las muy comunes de la madre patria; el jamón serrano, lo que se consigue aquí, que no da para mucho, queso manchego bueno, pero en cambio la tortilla de papa estaba inigualable como de las mejores de Saturnino, hechas con papa pastusa blandas y cebolla. No hay que perdérselas. El complemento de la entrada fue un plato de “Alcachofas gratinadas” delicioso, con una salsa de crema de leche y yema de huevo muy buena. Recomendable.
Pedimos 4 platos fuertes. Una ensalada de lechuga, tomate, espárragos, alcachofas y una adición de pollo, realmente mala, la vinagreta hecha de cualquier modo. Chuletas de cordero y ternera asadas muy buenas, el asado en su punto y la salsa rica que tenía como base la salsa española que se presta a tantas maravillas; la guarnición de hongos, maíz, brotes de alfalfa y alcachofa, no merecía aparecer al lado de las chuletas. Cochinillo, realmente lechal, excelente, de lo mejor que se consigue en estas tierras, crocante y sabroso. Riñones al jerez, buenos pero les faltó un toque de jerez. En definitiva, la comida tradicional española marco la buena pauta.
De postre pedimos un mousse de chocolate rico. Fue un buen cierre. Salimos con el compromiso de volver por los mariscos con esperanzas bien fundamentadas de que no nos defraudarán, porque aquí, ¡se come buena comida española!
La Alcachofa. Centro Comercial Santana. Calle 110 con avenida 11.