Antes de sumarnos a cualquier moda o tendencia alimentaria, lo mejor es informarnos bien. Existe una saturación del “no se puede, porque engorda o sube el colesterol”, usado para discriminar algunos alimentos. Por ejemplo, hay quienes le quitan la grasa al Prosciutto di Parma o al codiciado Jamón Ibérico, uno de los grandes tesoros de la gastronomía a nivel mundial.
Como buena latina, apasionada de la gastronomía, se me parte el corazón cuando veo a alguien que le quita la grasa a un buen jamón. La calidad del jamón 100% Ibérico de bellota, por ejemplo, es única. Esto es gracias a la propia genética del cerdo ibérico y a su alimentación, que se basa en lo que producen los campos en España (la Dehesa) y, por supuesto, a las bellotas como alimento principal, durante sus últimos meses (la Montanera).
¿Algo tan maravilloso puede ser saludable?
El “olivo con patas”. Así le llaman al cerdo ibérico, gracias a su alto contenido en ácido oleico, principal componente del aceite de oliva. Además de ser toda una experiencia en el paladar, expertos aseguran que:
• Es un alimento cardiosaludable, ya que reduce el colesterol “malo” (LDL) y aumenta el “bueno” (HDL)
• Aporta proteínas, hierro y vitaminas del grupo B, esenciales para el desarrollo del metabolismo de tus células.
• Es alto en vitamina E y un potente antioxidante, además de ser rico en hierro, cobre, fósforo y zinc.
Te puede interesar: ¿Cuáles son las tendencias de la cocina y la alimentación en 2022?
Recuerda:
• La grasa blanca del jamón ibérico no se retira, es un producto artesanal muy valioso.
• Cuando cortas la pieza entera, la única grasa que debes retirar es la oxidada, de color marrón o amarillento. La blanca se disfruta en boca o en la cocina.
• La grasa blanca y los pedazos pequeños de jamón que quedan después de cortar la pieza entera, úsalos en tus recetas para resaltar el sabor de tus platos. Por ejemplo, agrega la grasa a tus verduras o carnes a la plancha, huevos, y hasta a tus sopas, guisos o incluso en un salteado. Tanto esa grasa derretida como el jamón, llevarán tus recetas a otro nivel.
Pruébalo y verás como todos tus platos se impregnarán del mejor sabor y aroma del mundo. Que no sobre ni una migaja de este producto tan exquisito y valorado en todas las cocinas el mundo.
Aquí te sugiero una receta en la que puedes emplear grasa de jamón: “Camarones al ajillo con sobrasada”.
¡Buen apetito!
Visita la sección de Gastronomía y Recetas de El Espectador