Se recomienda cocinar el arroz en un caldero de hierro colado. Si no se quiere “pegado” o “cucayo” en el arroz, se debe utilizar una olla de teflón francés.
Cuando se tiene poca experiencia en la cocina, una de las pruebas de fuego es hacer un buen arroz blanco, un acompañamiento que parece indispensable en la gastronomía hogareña colombiana.
La chef Samya Cure, del restaurante El Árabe, les da a nuestros lectores aprendices unos útiles consejos para conseguir un arroz blanco que no se queme, no quede grumoso o muy simple. Aquí los secretos para que el arroz esté en su punto.
Minuto 1: Lo primero que hay que tener en cuenta es el lavado del arroz. Se debe llenar un pocillo de arroz y lavarlo con abundante agua verificando que el grano no esté partido.
Minuto 4: Luego, en una olla honda, se calientan a fuego lento dos cucharadas de aceite canola.
Minuto 8: Se saltea el arroz en el aceite para que éste se expanda y se afirme. En este paso se puede picar ajo y cebolla al gusto.
Minuto 10: En la olla se agregan dos pocillos y medio de agua que se dejarán hervir alrededor de diez minutos hasta que el arroz esté reducido. Cuando estamos en zonas altas se recomienda utilizar un poco más de agua, así por una taza de arroz se necesitarán dos tazas y media de agua. De lo contrario, al nivel del mar se recomienda una de arroz por dos de agua.
Minuto 12: Se agrega sal al gusto. Es bueno que el agua en donde hierve el arroz quede un poco más salada de lo normal ya que este grano tiende a expandirse.
Minuto 15: Se tapa el arroz y se deja cocinar durante diez minutos más una vez el agua se haya reducido. Es recomendable ir verificando la textura del mismo con una cuchara. El arroz siempre debe cocinarse a fuego lento, de lo contrario se correrá el riesgo de que se queme.
Minuto 25: ¡El arroz está listo para disfrutar!
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