La espinaca es el nombre de una planta con hojas comestibles consideradas muy nutritivas para el organismo. Actualmente, se cultivan dos variedades de esta planta. La primera es rizada y resiste el transporte pesado; la segunda es lisa y se comercializa enlatada.
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, el primer registro que se tiene de esta planta es del siglo VII en China. Con la llegada del siglo XI, se introdujo en España y desde entonces, ha estado en Europa y América.
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En cuanto al valor nutritivo de este producto, tiene un alto contenido de vitamina C y A. En cantidades inferiores, posee vitaminas E y B. En conjunto, convierten a la espinaca en un alimento con acciones antioxidantes y estimuladoras del sistema inmune.
Así mismo, su alto contenido de vitamina A promueve la salud ocular pues se previene la degeneración de la mácula (zona de mayor agudeza visual en el ser humano). También, al comer esta verdura, se obtiene potasio, fósforo y calcio.
Si quieres aprovechar todas las propiedades de este alimento, en Cromos te dejamos una receta con la que podrás tener en tu mesa un platillo completamente saludable y lleno de nutrientes.
¿Cómo hacer crema de espinacas?
La revista especializada en estilo de vida UnCOMO ha explicado cómo llevar a cabo esta preparación. A continuación, te reseñamos el paso a paso y los ingredientes que requieres.
Gastronomía: Internacional.
Aprende a preparar esta receta desde casa.
- Tiempo de preparación: 15 minutos.
- Tiempo de cocción: 10 minutos.
- Porciones: 2.
Ingredientes
- 500 g de espinacas
- 60 ml de leche evaporada
- Agua
- 1 cebolla
- 1/2 diente de ajo
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Preparación de una crema de espinaca
Paso 1
Lo primero que debes hacer es colocar una olla en el fuego. Agrega aceite de oliva y pon a sofreír una cebolla junto con el ajo.
Ten en cuenta que es necesario que todo esté picado finamente.
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Paso 2
Es momento de alistar las espinacas. Si las has comprado frescas es necesario que cortes los tallos gruesos con la ayuda de un cuchillo.
Después, pon las hojas en un escurridor y lávalas con abundante agua. La idea es que logres quitarles cualquier suciedad que se presente.
Paso 3
Una vez tengas las espinacas listas, trocéalas y ponlas en la olla que tienes en el fuego. Añade agua hasta que hayas cubierto por completo las espinacas.
Paso 4
Añade un poco de sal al gusto y espera a que las espinacas se encuentren en su punto de ebullición. Cuando las veas hervir, espera que se cocinen por 15 minutos más y retira las hojas de la olla.
Paso 5
Saca una parte del agua de la olla y lleva el resto a licuadora junto con la espinaca. Bate hasta que hayas obtenido una mezcla homogénea y una textura que sea de tu agrado.
Si la ves demasiado espesa, agrega un poco más del agua con la que cocinaste y listo.
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Paso 6
En este paso debes añadir la leche y continuar procesando para que todo se integre bien. Prueba un poco con ayuda de una cuchara y si es necesario, agrega más sal.
¡Listo! Puedes servir fría o caliente, dependiendo tus preferencias.