Un poco de la historia de este plato
El origen de esta receta es incierto. En el mundo de la gastronomía existen varias teorías al respecto, sin embargo la única que ha cobrado una importancia real es la de la disputa que aun por estos días tienen Nueva Zelanda y Australia, naciones que discuten todavía por este nacimiento gastronómico. Hay un dato particular en todo este recorrido de sabor y es que la Pavlova se hizo en honor a una bailarina de ballet muy reconocida, Anna Pavlova.
Este postre se elabora con merengue, es crujiente por fuera y cremoso y muy suave en su interior. Dentro de sus ingredientes se destacan la fécula de maíz y los trozos de fruta, estos últimos son los encargados de fusionarse con la humedad de este plato, que por excelencia es uno de los favoritos de las mesas en Europa.
Gastronomía: Australiana .
Añade arándanos para saborear
- Tiempo de preparación: 30 minutos.
- Tiempo de cocción: 120 minutos.
- Porciones: 12.
Ingredientes
- 125 gramos de azúcar blanca (licuada para afinar)
- 75 gramos de claras de huevo
- 1 pizca de sal
- 25 gramos de azúcar impalpable
- 6 gramos de almidón de maíz
- 1/2 cucharadita de vinagre de manzana
Preparación
Bate las claras con sal y crema hasta obtener picos suaves.
Agrega el azúcar en forma de lluvia y bate 5 minutos a velocidad alta.
Tamiza y agrega el azúcar impalpable y fécula con movimientos envolventes. Alterna con el vinagre.
Forma las pavlovas con una manga o cuchara sobre papel encerado (engrasado).
Hornea a 110° C durante hora y media a 2 horas.
Rellena con crema batida y decora con frutas frescas.
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