Volvemos al tema que nos ha ocupado muchas veces durante los más de 25 años que llevo publicando esta columna bajo el visto bueno de mi amigo Fidel Cano: en la cocina, menos es más.
Yo promuevo la culinaria de pocos ingredientes, en la que la técnica y la calidad pesan más que cualquier espejismo o disfraz. Es la cocina en la que se respeta el producto, se le eleva, se le endiosa. Pongo de ejemplo la receta de esta semana: partimos de una simple lata de atún, que debería ser ventresca –siempre la compro si la encuentro–, pero si no, no pasa nada.
Le agregamos unos pocos ingredientes y listo. El resto es una crema de aguacate muy sencilla y el crujiente que se quiera para montar y acompañar: tostadas de buen pan, tajaditas o moneditas de plátano, chips de papa o camote, totopos o tostadas de maíz… Y el resultado, sin mucho esfuerzo, es una entrada o un antipasto muy rico, que hace honor a la máxima que promulgo: menos es más.
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INGREDIENTES (Para 4 personas)
2 latas de ventresca de atún
3 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de vinagre de vino tinto
2 cucharadas de perejil picado
3 cucharadas de hojitas tiernas de apio picadas
1 cucharadas de alcaparritas
Sal y pimienta negra
Para la crema de aguacate
1/2 aguacate
2 cucharadas de yogur natural
Jugo de 1 limón
Sal y pimienta negra
1 toque de comino o de sal de ajo (opcional)
PREPARACIÓN
Licue todos los ingredientes de la crema de aguacate, sazone con sal, pimienta, comino y sal de ajo, y reserve. Retire la mitad del aceite de la ventresca y mezcle con los demás ingredientes sin desbaratar mucho la ventresca. Sirva poniendo en el fondo de un plato un par de cucharadas de la crema de aguacate, encima acomode la ensalada de ventresca y acompañe con algún crujiente (chips de yuca, moneditas de plátano, tostadas…).