
Carlos Quintero, Zenaida Merchán y John García, personal de servicio con discapacidad visual del restaurante Sombras.
Foto: Sombras
Una de las cosas que más disfrutaba en mi infancia era jugar a las escondidas. Sentía una mezcla de emoción y miedo cada vez que escuchaba los pasos de los demás acercándose, sabiendo que me estaban buscando. Los armarios eran mi escondite favorito: oscuros, silenciosos y seguros. En medio de esa penumbra, me parecía casi imposible que me encontraran.
Fernando, mi amigo de infancia, siempre prefería ser quien buscaba. Tenía una habilidad casi mágica para descubrir a los demás, decíamos que de grande iba a ser detective. Cada vez que me...

Por Tatiana Gómez Fuentes
Comunicadora Social - periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga, con maestría en gestión y dirección comercial con énfasis en comunicación, publicidad y ecommerce de la Universidad Complutense de Madrid.@tagy_petustgomez@elespectador.com
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