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La cocina guatemalteca tal vez no es tan reconocida en nuestro país, sin embargo, recientemente el mejor restaurante del país centroamericano, Sublime, visitó Bogotá y colaboró con uno de los mejores referentes de la escena gastronómica de la capital colombiana, Humo Negro.
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Este restaurante ubicado en Chapinero Alto logró colarse en el listado de los 50 mejores en Latinoamérica con la posición número 44 y su gran atractivo es que está inspirado en la cocina japonesa, pero con un giro muy interesante, la incorporación de sabores e ingredientes nacionales.
Para dinamizar lo que sucede en su espacio, Humo Negro ha realizado una serie de experiencias con restaurantes de la región, para empezar el 2024 el escogido fue Sublime, que como ya mencionamos no solamente es el mejor de Guatemala, también ocupa el puesto número 24 entre los mejores de América Latina.
La celebración entre colombo-guatemalteca estuvo liderada por el chef Sergio Díaz y de la mano de Jaime Torregrosa (chef de Humo Negro) elaboraron un menú ecléctico pero efectivo en el que los sabores de mar, como la langosta, fueron los protagonistas. La mejor dupla a este banquete fue con Tequila Don Julio, ya que se creó un cóctel, llamado Don Guajo, que incluía Don Julio reposado, cordial de jalapeño, limón mandarino y sal de nori.
Para Manuel Barbosa, jefe de Servicio y Bar de Humo Negro la expectativa para este año es mejorar la posición en el listado de los 50 mejores restaurantes de América Latina. “Esperamos poder seguir ubicando a Bogotá como un referente gastronómico que active el turismo, estos son los verdaderos cambios que merece nuestra sociedad y la visibilidad que merece nuestra ciudad”, expresó.
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Humo Negro este año espera consolidar entre 9 y 11 experiencias con diversos referentes gastronómicos mundiales, complementado con la presencia de este restaurante bogotano en diferentes escenarios fuera del país para posicionar su experiencia y sus sabores.
Sobre Humo Negro
Cromos: ¿Por qué te decidiste crear un gastrobar de estilo japonés?
Jaime Torregrosa: La idea nace cuando viví en Japón, conocí los Izakaya, son como bares de tapas y cervezas donde las personas salen de sus trabajos a compartir comida por bocados con técnicas increíbles y aparte tomar unos buenos tragos al lado de una buena compañía.
En ese momento es el estilo que me llama la atención y al regresar al país lo adapto con ingredientes locales y cambiamos la oferta de cervezas por cócteles con licores de primera calidad como Don Julio, entre otros de la mano de Manuel Barbosa. Así creamos una alianza perfecta
C: ¿Como escogiste los sabores colombianos que conforman la carta?
JT: Una vez regreso al país fui el subchef de El Chato, allí empiezo a conocer diferentes proveedores (campesinos, pescadores, productores) del agro colombiano y empiezo a darle forma a la idea que ya tenía del Izakaya pero con esos ingrediente locales, realizo algunos viajes por el país y termino de completar estas ideas que tenia de adaptar nuestra despensa local a técnicas que aprendí a lo largo de mis viajes por el mundo.
C: ¿Cómo fue el proceso de crear el menú?
JT: Ese proceso no es de ahora, es un proceso el cual vengo preparando por largo tiempo recolectando técnicas, historias, sabores, memorias, ingredientes los cuales se van fusionando para crear el menú.
