1. Ambiente:
Cómo el restaurante está apartado del comercio, es un lugar muy tranquilo en el que dan ganas de quedarse por horas. Las mesas, la barra y otros detalles son en madera. Por su buena música y su buen ambiente, uno no se da cuenta de que el
tiempo pasa y, de repente, llega la hora del cierre.
2. Servicio:
La sede principal queda en Zapatoca y es atendido por sus propietarios. Los hijos de ellos abrieron otro en Bucaramanga. Es un restaurante familiar (mitad santandereano y mitad paisa) en el que se va a sentir como en casa, mimado con el mismo amor que le da su mamá.
3. Curiosidades:
Con la filosofía de apoyar lo local, ellos compran insumos a vendedores de la región. Las cervezas también son santandereanas y las sodas artesanales las elaboran ahí mismo (¡y son un hit!). No deje de probar la de mango biche y, si es un poco más arriesgado, la de tamarindo y lulo.
4. Para probrar:
Como lo dice una de sus dueñas, si Venneto fuera una persona, sería una mujer. Por eso todos los platos de la carta están inspirados en grandes mujeres colombianas. Le recomiendo que pruebe La Pola, con carne desmechada, maíz, madurito y chorizo. La masa es crocante y con mucho sabor a especias, la preparan desde ceros todos los días.
5. Para el bolsillo:
Para el bolsillo: Las entradas desde $10.000 y las pizzas, en su único tamaño, desde $22.000.
6. Ubicación:
Calle 35 #29-34 en Bucaramanga, Santander.