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Por: Patricio Fernández.
De esta experiencia costosa e inolvidable me queda una lección: seguiré probando propuestas nuevas, a pesar de las malas ofertas que he de descubrir.
UBICACIÓN: Bogotá , calle 56 n° 5 - 21, Chapinero
LA COMIDA
Su concepto consiste en explotar la pureza del sabor en siete platos. El primero fue una propuesta frugal, acompañada de queso cremoso. No recuerdo el segundo plato. El tercero fue una granola con yogur, con aros de rábano, propuesta que me devolvió a mi desayuno diario. El cuarto plato se trató de un ‘pan de masa madre’ con yema de huevo. ¿Hace falta decir que todo era muy básico?
EL AMBIENTE
Que Villanos en Bermudas esté en la lista de los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica y que sea necesario hacer una reserva para poder asistir auguró una cena por la que estaba dispuesto a pagar lo que fuera necesario. ¿Qué sucedió? Me sentí engañado por mi propia confianza, la parafernalia me jugó en contra. Sin embargo, quiero resaltar que el ambiente me pareció muy atractivo.
DINÁMICA
Cada plato fue explicado por un mesero, que se molestó conmigo porque yo estaba hablando por teléfono con mi mamá. Con cierta prepotencia, dejó los platos en mi puesto. No me gustan las introducciones culinarias, tampoco que al final me pregunten por la calidad de la comida. Normal”, respondí, en vez de haber dicho la verdad.
REFLEXIÓN
Me dejé llevar por su decoración: sí. A mis 25 años fui ingenuo: sí. Todavía duelen los 258.000 que dejé: sí. Hace un mes visité Villanos en Bermudas y puedo decir que la herida está lo suficientemente sanada como para sabotear un plan que siempre he disfrutado: probar propuestas nuevas. La próxima vez haré una exploración exhaustiva del objetivo, consultaré a conocidos y prometo escuchar a mi adolorida intuición.
Para el bolsillo:
Funciona con un menú degustación que tiene un costo de $98.000 por persona. Horarios de atención: de martes a sábado, desde las 6:30 p.m. hasta las 10:30 p.m.
Fotos: Cortesía.