Colombia, presente en la IV Conferencia Iberoamericana de Género

Los gobiernos participantes firmaron la Declaración de Santo Domingo para ratificar su compromiso con la igualdad de las mujeres en la región.

Foto: @CumbreIberoA

Bajo el lema “Hacia una Iberoamérica inclusiva, democrática y sostenible”, se desarrolló durante el 19 y 20 de enero la IV Conferencia Iberoamericana de Género en Santo Domingo, República Dominicana. Al encuentro asistieron ministros y ministras de género de la región así como altas autoridades de los mecanismos nacionales e internacionales para el adelanto de las mujeres de Iberoamérica. La consejera presidencial para la Equidad de la Mujer, Clemencia Carabalí, asistió en representación de Colombia.

Durante los dos días se abordaron temas de inclusión, democracia y sostenibilidad con perspectiva de género; democracia e institucionalidad inclusiva; inclusión para la recuperación y empoderamiento económico de las mujeres.

Uno de los acuerdos a los que se llegó fue organizar este encuentro periódicamente, empalmado con las cumbres de jefes y jefas de Estado, como lo explicó Andrés Allamand, secretario general de la Secretaría General Iberoamericana. La última vez que se había llevado a cabo la Conferencia Iberoamericana de Género fue en junio de 2011 en Asunción, Paraguay.

María Cristina Perceval, representante especial para la política exterior feminista de Argentina hizo referencia a la distribución de las riquezas, la economía mundial, política de igualdad, protección social, la extrema pobreza y la fragilidad del ODS 5 sobre la igualdad de género.

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Durante su intervención, la consejera presidencial para la Equidad de la Mujer, Clemencia Carabalí resaltó la incidencia que tienen los conflictos ambientales sobre el desplazamiento y la vulneración de derechos de las mujeres y niñas, así como en la necesidad de promover un ordenamiento territorial que proteja los liderazgos ambientales e impulse la transición energética.

“En Colombia tenemos interés de poner en discusión y consolidar una agenda global sobre la justicia de género, racial y medioambientales para así superar las dinámicas y los nudos estructurales de la desigualdad”, dijo Carabalí.

La violencia de género en la región fue uno de los temas principales en las distintas ponencias por las alarmantes cifras que afronta la región. De acuerdo con la CEPAL, al menos 4.473 mujeres fueron víctimas de feminicidio en América Latina y el Caribe en 2021.

En 2022 la situación no mejoró para las mujeres; en Colombia, por ejemplo, la Fiscalía reportó 180 feminicidios, mientras que la Fundación Feminicidios Colombia registró 258. En México, 10 mujeres fueron asesinadas cada día; y en Argentina, el Observatorio de Femicidios Adriana Marisel Zambrano, documentó 268 feminicidios entre enero y noviembre del año pasado.

“Acordamos redoblar los esfuerzos para erradicar la violencia de género y contra las mujeres en todas sus manifestaciones como una premisa para construir una Iberoamérica justa, sostenible y que siga avanzando hacia la garantía del derecho a una vida libre de todo tipo de violencia”, dijo la ministra de la Mujer de República Dominicana, Mayra Jiménez durante la presentación de la Declaración de Santo Domingo como resultado del encuentro. En ese sentido, también se instó a los gobiernos participantes a apoyar la Iniciativa Iberoamericana para Prevenir y Eliminar la Violencia Contra las Mujeres, que actualmente es presidida por República Dominicana.

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En la declaración final se acordó además, adoptar medidas para acelerar la participación de las mujeres, en toda su diversidad, en cargos públicos, de representación política y de liderazgo con el fin de alcanzar la paridad; elaborar políticas fiscales y presupuestos públicos con perspectiva de género, promover el uso corresponsable del tiempo y acceso a recursos productivos y a sistemas de protección social como los sistemas integrales de cuidado para fomentar la autonomía de las mujeres y, que los derechos de las mujeres y niñas estén presenten en la política exterior de los gobiernos.

“Es primordial que el Estado cree las condiciones necesarias para la generación de oportunidades, de empleos dignos, con una remuneración adecuada que les permita vivir con tranquilidad y dignidad”, concluyó Luis Abinader, presidente de República Dominicana.