Si bien no estuvo en Sidney cuando Australia por penaltis acababa con las ilusiones uruguayas de llegar a Alemania 2006, a Diego Forlán le resultó inevitable pensar que otra esperanza quedaría sepultada debajo del punto blanco en Sudáfrica.
Por eso, cuando Asamoah Gyan tomó carrera, confiesa haber cerrado los ojos porque se resistía a creer que en el último suspiro terminara todo y sólo sus oídos le devolvieron la vida cuando el Soccer City quedó en silencio.
Después vendrían 10 penas más que resultarían máximas de emoción. Desde la primera que cambió por gol el goleador del Atlético de Madrid y nuevo capitán charrúa ante la lesión de Diego Lugano, hasta la última, a cargo de Sebastián Abreu, que lo dejó con el corazón en la mano.
Apenas se repone de tanta adrenalina y hoy que encabeza la delegación celeste hacia Ciudad del Cabo, Forlán espera tener tiquete confirmado hacia Johannesburgo el próximo domingo, aunque si es con menos turbulencia que la del viernes mejor, pero igual acepta que frente a Holanda nada será fácil y la comodidad como tal es casi prohibida en cualquier celebración charrúa.
¿Para Uruguay no puede haber festejo sin sufrimiento?
Somos un pueblo sufrido, de eso no me cabe la menor duda, pero a la vez es aguerrido, lucha hasta el final, nunca se entrega y por eso creo que este grupo lo representa bien, pero está más que claro que lo de Uruguay no es apto para cardíacos.
¿Hubiese preferido a Brasil como rival el martes para asegurar un finalista suramericano?
Habría sido lindo y además era otro premio al fútbol suramericano, que ha hecho muy bien las cosas en este Mundial. La verdad, me dio mucha pena ver a Brasil afuera, pero si Holanda está ahí es por algo.
¿Los holandeses ahora son más peligrosos que antes?
Es un equipo dificilísimo igual, ha ganado todos sus partidos y obviamente llegará con el ánimo arriba después de haber eliminado a uno de los grandes favoritos, pero igual a estas alturas todos los equipos van a complicar mucho, porque se está cerca de la final y nadie te va a regalar nada.
¿Esta selección no estaría en semifinales sin Tabárez como entrenador?
No lo sé, pero sí soy un convencido de que él ha conformado un plantel fenomenal, lo ha sabido guiar, transmite toda su sabiduría y confianza, el grupo le cree ciegamente que es algo importantísimo y juegue el que juegue, lo deja todo por esta camiseta.
¿Por qué Uruguay ha llegadotan lejos?
Por el trabajo, porque cada uno sabe lo que tiene que hacer, por la unión que siempre ha distinguido a este grupo, defensivamente estamos bien y además aprovechamos los momentos.
Este equipo representa a la perfección la tradicional garra charrúa…
El grupo tiene garra y algo más. Contra Ghana lo dejó todo, no se guardó nada, por momentos se jugó bien, en otros se tuvo que luchar, pero se ganó y ya está.
Después del partido con Ghana, Uruguay parece capaz de todo…
Y lo es, creo que así lo ha demostrado durante la Copa. Faltando cuatro fechas para terminar la fase clasificatoria estábamos eliminados y esa situación nos unió lo suficiente para conseguir el tiquete y llegar más fuertes a Sudáfrica.
¿También han vencido a la incredulidad?
No lo sé, pero siempre hemos creído en nosotros por encima de cualquier circunstancia, superamos un grupo difícil afrontando cada partido como una final, así ha sido en estas instancias y frente a Holanda no debe ser la excepción.
¿Por qué asegura que el gol a Ghana estará entre sus preferidos?
Porque llegó en un momento tenso y por eso lo grité con tanta bronca, por la lesión de Diego Lugano, nos habían hecho el gol en la última jugada del primer tiempo, en fin, era como todo negativo y por fortuna entró.
Ya lleva tres goles en el Mundial. ¿El más importante está por venir?
Ojalá, pero acá lo que importa es que Uruguay gane y salga adelante, porque así celebraremos todos juntos.