El caso se remonta a la participación de varios sindicatos colombianos en el XI Seminario Internacional “Problemas de la Revolución en América Latina”, que se efectuó en Quito (Ecuador) entre el 9 y el 13 de julio de 2007.
Terminado el encuentro, el entonces vicepresidente Santos aseguró que los sindicatos debían explicar la supuesta firma de un documento que apoyaba la lucha armada. Según la denuncia, Francisco Santos “afirmó de manera categórica que los dirigentes sindicales asistentes al foro habían firmado un documento de apoyo al terrorismo, de apoyo a la lucha armada y acto seguido retó a los sindicatos a explicarle al país la supuesta firma de tal documento de apoyo a la lucha armada para la toma del poder”.
La acción judicial fue interpuesta por los sindicatos Sintraunicol, Sintrateléfonos y Simtraemcali el 27 de agosto de 2007. Para los sindicalistas, también es preocupante que se hagan ese tipo de manifestaciones, debido a los riesgos que encarnan para su seguridad y la de sus familias, así como desarrollar procesos de estigmatización.
Entretanto, José Obdulio Gaviria manifestó en una columna titulada “Todo pecado empieza siendo de pensamiento” que el viaje de los representantes de los sindicatos colombianos a Ecuador ilustra “la clase de enemigos que tiene nuestra democracia”. “¿Por qué van ciertos colombianos a aquelarres como los de Quito? ¿Será que se les cae un diente y el ratón Miguelito les pone los pasajes debajo de la almohada? ¡No! Van porque pertenecen a la cofradía universal del terrorismo, interactúan con sus colegas del mundo. La cosa es vieja, pero, gracias a Dios, ya está de capa caída”, escribió el ex asesor presidencial.