Las filtraciones de cables diplomáticos que reveló esta semana Wikileaks y que tienen a Estados Unidos ofreciendo explicaciones y excusas a diestra y siniestra no podían ser ajenas a los mandatarios que llegaron a la ciudad de Mar del Plata (Argentina) para la XX Cumbre Iberoamericana. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, sostuvo que América Latina y todo el mundo deberían sentarse a hablar con Estados Unidos para que no repita esa serie de manipulaciones y traiciones. “Basta de interferir en nuestra soberanía, de traicionar la confianza de países que Estados Unidos considera amigos. Hacen falta relaciones más claras y transparentes” , aseguró.
Según el mandatario ecuatoriano, los documentos sólo confirman las sospechas latinoamericanas sobre la visión que tiene la Casa Blanca hacia sus vecinos. Por su parte el presidente paraguayo, Fernando Lugo, aseguró que la Cumbre, que termina hoy, estará marcada por el escándalo de Wikileaks, ya que “son unas filtraciones muy delicadas para toda la región y es imposible que el tema no sea tratado”.
El secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, sin embargo, expresó que la agenda política es muy amplia para que los presidentes se dediquen a debatir ese tema específicamente. Y agregó: “No creo que las relaciones diplomáticas con Estados Unidos se vayan a ver afectadas por todo esto”. Para el analista argentino Javier Fernández, “el tema sí se debatirá porque no se puede dejar pasar que Washington esté indagando por la salud mental de nuestros mandatarios, pero las ausencias de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; Bolivia, Evo Morales, y Nicaragua, Daniel Ortega, y el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, sin duda le bajarán mucho el tono al debate, pues ellos son los que siempre les suben el tono a las reuniones”.
A pesar de que la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, anticipó que el escenario iberoamericano era el mejor para resolver el conflicto limítrofe con Nicaragua, país al que acusó de “invasión”, el asunto quedó a medias. El presidente Ortega dijo desde Managua que rechazaba que ese tema se discutiera en la Cumbre como pretendía Chinchilla. “Costa Rica quería llevar el diferendo a la Cumbre Iberoamericana para sentar en el banquillo a Nicaragua, ellos como víctimas y nosotros como agresores”, dijo Ortega.
Argentina insistirá hoy en que se incluya la cláusula democrática aprobada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y que pretende proteger a las naciones de eventuales intentos de golpes de Estado en el foro iberoamericano con el fin de cerrar las puertas a nuevos intentos golpistas tras lo ocurrido en Honduras —excluida de la cumbre— y Ecuador. Las Islas Malvinas y el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba centrarán las discusiones de hoy.