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La concesión de Eldorado no está en venta: Opaín

Entrevista con Luis Fernando Jaramillo, cabeza del consorcio

Jairo Chacón González
30 de agosto de 2009 - 08:59 p. m.

El tema de la demolición del aeropuerto Eldorado de Bogotá se ha convertido en una verdadera novela, en la que muchos protagonistas han querido intervenir para buscar que su posición sea la que tenga la razón. Pero eso ha retrasado obras que harán que la fecha programada para la entrega de la remodelación del aeropuerto no se cumpla.

El presidente del grupo Odinsa, empresa socia del concesionario Opaín, Luis Fernando Jaramillo, quien adelanta las obras de Eldorado, considera que se debe definir con urgencia lo que el concesionario debe hacer. Tumbar o remodelar la actual terminal, pero tomar una decisión ya.

Jaramillo, en entrevista con El Espectador, dice que se debe demoler y dejó claro que ni el consorcio ni la obra tienen problemas; además se refiere a la marcha de sus otros negocios dentro y fuera del país.

¿Cómo va Odinsa en la crisis?

Muy bien, tanto en las obras que tenemos en el país, como en las del exterior. Sin embargo, hay algunos problemas con el aeropuerto Eldorado, por las indefiniciones, pero regularmente van bien.

¿Y los números?

A pesar de la crisis que afecta a muchas empresas y muchos sectores de la economía, en el caso nuestro estamos bastante bien y el nivel de facturación ha marcado récord para la empresa. En utilidades está en línea con lo que esperábamos a comienzo de año y van a ser superiores a las del año pasado. Estamos bastante satisfechos.

¿De qué números estamos hablando?

La facturación que llevamos está alrededor de $160 mil millones y esperamos estar entre $320 mil millones y $350 mil millones al finalizar este año. El pasado fue de alrededor de $180 mil millones, prácticamente estamos doblando la facturación.

¿Esto espanta los fantasmas sobre la financiación del aeropuerto Eldorado?

Este es un tema recurrente, se dice en medios que no tenemos la financiación, que no tenemos los recursos, que no tenemos con qué ejecutar las obras, cuando es totalmente falso. Hoy, Odinsa y los otros cuatro socios de Opaín tenemos muy adelantado el proceso de financiación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la Corporación Andina de Fomento (CAF) y con el Banco Chino de Desarrollo, de modo que estamos avanzando sin ningún problema y esperamos tener cerrada esta financiación, adicional a los recursos que ya se habían comprometido.

¿Ya se hizo el cierre financiero de Eldorado?

Así es. Lo ejecutamos con el banco francés BNP Paribas y aquí estamos consiguiendo unos créditos adicionales, que nos permitan mejoran las condiciones de ese cierre financiero.

¿A qué se debe tanto rumor de que están mal y que quieren vender?

No. Esa concesión (la de Eldorado) no está para la venta. La vamos a hacer, la vamos a ejecutar y estoy seguro de que vamos a dejarle a Bogotá el legado de un gran aeropuerto internacional.

¿Cree que se tumbará la terminal?

Considero que finalmente la sensatez se debe imponer. Y que vamos a tener unas terminales internacional y nacional integradas, que permitan construir un centro de conexión o hub que reúna toda la importancia del aeropuerto Eldorado como centro de conexiones del norte de Sur América.

¿Por qué razones piensa usted que se debe tumbar la terminal?

Aparte de un montón de razones técnicas que han sido ampliamente expuestas por el señor Ministro de Transporte, yo quiero insistir en la de servicio. El diseño original establece la remodelación de la actual terminal nacional y la construcción de una terminal internacional, con lo cual quedarían separados. Si esto se mantiene así, no funcionaría eficientemente debido a que les tocaría a los pasajeros recorrer distancias muy largas para ir de uno a otro. La conexión de vuelos nacionales con internacionales sería muy difícil e incluso el manejo de los equipajes se dificultaría muchísimo.

¿Entonces cómo debe ser?

Integrado, que realmente sea eficiente como servicio aeroportuario, que permita una mejor atención de los pasajeros, un menor tiempo de conexión entre vuelos nacionales e internacionales. La eficiencia es el factor central que estaríamos buscando con la nueva terminal.

¿Por qué no se debe reformar la actual terminal?

La estructura actual de la terminal tiene 50 años. Fue diseñada para otro tipo de aviones, para otro tipo de servicios, para un volumen de pasajeros totalmente distinto que ya hoy en día no es modificable. La remodelación de esta terminal no produciría de ninguna manera una terminal eficiente.

Se dice que sería más costoso hacer reforzar el actual que demolerlo y construir uno nuevo, ¿eso es cierto?

Hacer sismorresistente al actual no sería tan costoso como construir una terminal nueva. Posiblemente haya unos costos mayores en construir una terminal nueva, no por ella en sí misma, sino porque hay que construir una nueva torre de control, un nuevo viaducto que conecte la terminal nacional con la internacional, que en este momento no están diseñadas así.


¿Así lo ha entendido el Gobierno?

Por lo menos una parte importante del Gobierno lo ha entendido de esta manera.

¿Quién no lo ha entendido así?

La Procuraduría, con su procuradora delegada para la función pública, que se aparta en alguna forma del pronunciamiento del Consejo de Estado.

¿Se está dilatando mucho esta decisión?

Sí. Hoy lo que Opaín requiere es que se defina con urgencia qué debe hacer el consorcio (si tumbar o no). Si nos toca hacer el reforzamento de la actual terminal, nosotros lo haremos, y si la decisión es demoler y construir uno nuevo, pues también estamos dispuestos a hacerlo. Lo que necesitamos es que nos digan qué hacer, pero ya.

¿Todos quieren que se demuela la terminal?

Eso es así. El clamor general de la población, que entre otras cosas se expresa en los comunicados de la Cámara de Comercio, es que hay que tener una terminal de última tecnología, una terminal eficiente y moderna, que es lo que Bogotá necesita y se merece.

¿Estos obstáculos ponen de manifiesto que es difícil hacer obras en Colombia?

Se está convirtiendo en dolor de cabeza, en un karma. Porque son tantas las opiniones, tanta la gente que interviene, tantos los conceptos que comienzan a tener validez, que poner a todo el mundo de acuerdo se vuelve casi imposible.

¿A qué se deben tantas trabas?

No tengo un diagnóstico claro de qué es lo que está pasando, pero es que no es solamente en el caso de Eldorado, prácticamente en todas las obras públicas, casi que en todas las actividades. Todo está complicado, todo está cuestionado. Volverse eficiente en el Gobierno es una hazaña, porque son tantos los enredos y trabas que ponen los funcionarios públicos para actuar que la eficiencia pasó a ser un tema del pasado.

¿Cómo va el proceso para saber si tienen que pagar por la demora en la entrega de algunas obras?

Está en manos de un tribunal de arbitramento que deberá fallar a principios del año entrante, y de acuerdo con el fallo veremos a ver qué hacemos.

Volviendo a Eldorado, ¿qué es lo que se tiene previsto, hasta hoy?

Básicamente el proyecto comprende correr hacia el oriente la terminal actual de pasajeros y construirla donde están los parqueaderos. Esa área que deja la terminal 1 se convertirá en plataforma para los aviones. Los dos muelles se ampliarán de modo que en el centro de la U pueda haber un mayor movimiento de aviones y espacio para atender aeronaves de lo que hay en este momento. Luego, construir la terminal internacional, en la zona occidental, con un viaducto que los intercomunique.

¿Cómo veremos los colombianos Eldorado?

La idea es tener un aeropuerto que tenga mucha luz, techos muy altos con vidrieras muy grandes, que tenga una gran transparencia de modo que la gente no se sienta aplastada como pasa hoy.

¿El aeropuerto estará listo en 2012, como se tenía previsto?

Le voy a responder con un ejemplo. Si un avión sale con un retraso, no podrá llegar a la hora que se tenía programada, y esto es lo que está pasando con el aeropuerto. Se tenían que iniciar unas obras, las cuales no han arrancado por la indefinición de la demolición de la actual terminal. Por ello, se necesita, urgente, que se tome una decisión.

Y hablando de retrasos, ¿se requieren nuevas pistas?

Pienso que las actuales están bien, lo que se requiere es mejor administración en su operación. Hoy, de Eldorado sale un avión cada cinco minutos, mientras que en otros países el tiempo es mucho menor. Estas pistas podrán servir hasta 2025 ó 2028, cuando se tendría que construir una nueva, pero lo que sí hay que hacer es comprar los terrenos y tenerlos reservados.

Por Jairo Chacón González

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