Este martes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) deberá comparecer ante el Consejo de Europa para responder por los cuestionamientos que se han generado en torno a la alarma que creó este organismo en el mundo por cuenta del virus H1N1.
En las últimas semanas las críticas no se han hecho esperar. Se acusa a la OMS de haber generado un temor innecesario entre la población, que obligó a producir una vacuna en tiempo récord. Wolfgang Wodarg, presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, aseguró estar preocupado porque “un grupo de personas de la OMS está asociada de manera muy estrecha con la industria farmacéutica”.
Sin embargo, en un comunicado difundido el lunes, la OMS se defendió argumentando que no ha recibido presiones de ningún tipo. Y precisó que uno de los factores que se tuvieron en cuenta para declarar la pandemia, además de reportes clínicos provenientes de México, fueron los análisis de laboratorio que mostraron que el H1N1 era diferente de otros virus que causan la gripe.
Finalmente, la OMS recalcó que la propagación del virus fue excepcionalmente rápida y señaló que las acusaciones de que la pandemia fue una farsa son equivocadas e irresponsables. El comunicado concluye con la afirmación de que están dispuestos a someter su actuación a un proceso de evaluación.