“Cuando empecé, todo el mundo decía que estaba loco, que era imposible lograr un café expreso 100% colombiano”, confiesa Luis Fernando Vélez, fundador y presidente de la marca Amor Perfecto, al recordar cómo en 1996 abrió un café en el norte de Bogotá.
A pesar de los malos comentarios, Vélez halló en el tostado del grano el camino para lograr su meta y el miércoles, 14 años después de iniciar operaciones, su empresa recibió el certificado Q, uno de los más altos honores del Coffee Quality Institute (CQI).
De esta forma, Amor Perfecto se convirtió en la primera marca colombiana y de un país productor en recibir esta certificación que, de acuerdo con Alexandra Katona-Carroll, gerente de programas de CQI, sólo aprueba los cafés que tengan la más alta calidad en su origen.
Es así como la marca colombiana entra al grupo de 14 firmas, de Estados Unidos y Japón, que lucen este sello en sus empaques y que también certifica el impacto social en los caficultores.
“Nuestro principal reto será mantener la calidad y seguir educando a los colombianos en todo lo que se necesita para lograr una buena taza de café”, afirma Vélez.