Arlequines, actores y la Orquesta La 33 se dieron cita el miércoles en la U. Javeriana en Bogotá para dar inicio a la feria Diverciclaje. Un evento académico que pretende sensibilizar a los jóvenes en el manejo responsable de los residuos sólidos y que se celebrará a lo largo de este año en otras universidades de la capital, en el marco del Programa de Reciclaje de las Instituciones de Educación Superior (Pries).
Mario Opazo, un chileno formado en ingeniería sanitaria ambiental que llegó al país hace 20 años, es la cabeza de esta iniciativa, integrada por 29 universidades con sede en Bogotá y más de 130 personas, que busca promover métodos de reciclaje en las instituciones de educación superior e incentivar la creación de grupos de investigación que ideen estrategias para manejar las 20.000 toneladas de basura que a diario se producen en los campus.
En el marco de la primera de estas ferias de reciclaje, El Espectador se reunió con Opazo para hablar del proceso de consolidación de este programa y de cómo entusiasmar a los estudiantes a cuidar el medio ambiente.
Los jóvenes de hoy se muestran más interesados por los temas ecológicos. ¿Cómo es trabajar con ellos?
Genial. Este segmento de la población es más educado y culto ambientalmente que los mayores. Siempre han oído y recibido mensajes sobre lo ambiental.
¿Cómo surge la idea de crear una red de reciclaje universitaria?
Después de hacer un convenio en octubre del año pasado con la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos de la Alcaldía de Bogotá, decidimos realizar estas ferias de reciclaje con la ayuda y participación de la comunidad universitaria.
¿Qué tipo de basura producen los jóvenes?
Mucha más basura que la que produjimos nosotros los mayores. DVD, celulares y reproductores de música, entre otros. Lo que nos preocupa es dónde van a parar estos residuos.
¿Pero entonces ahora qué se está haciendo con ellos?
Se han hecho intentos de colocar cajas en algunos sitios para recoger los celulares, pero sería interesante saber verdaderamente a dónde van a parar.
¿Cuánta basura al día producen universidades como la Javeriana?
Calculamos que cuatro toneladas. Sin embargo, encontramos que de esta cantidad de basura el 35% es potencialmente reciclable porque es cartón, vidrio, plástico y hojalata, y es precisamente en esto que estamos trabajando. Esperamos el próximo año firmar un convenio para el manejo de los residuos orgánicos, que representan el 65% restante.
¿Al reciclar qué tanto ahorran las instituciones de educación superior?
Mucho, desde el punto de vista ambiental y económico. Creemos que no es posible que el 100% de la basura vaya al relleno sanitario. En el caso de Bogotá, todos los ciudadanos producimos 6.000 toneladas, de las cuales el 35% son potencialmente reciclables y disminuyen los costos de operación, recolección y transporte. Además, la ciudad ahorra cuando llueve y se producen inundaciones.
Mucha gente se desanima porque los residuos que separa en su casa o en el campus se mezclan cuando los recoge el camión...
Entonces se está haciendo mal la tarea. Lo que se tiene que hacer es separar en dos la basura, la que se pudre y la que no. Además, se debe sacar al camión correspondiente y si se prefiere, llevar lo reciclable a sitios de acopio de estos materiales.
¿Cómo está Bogotá en materia de reciclaje con respecto al resto del mundo?
En este momento es muy poco lo que estamos haciendo. El problema es de la sociedad. Sin embargo, algunas ciudades tienen un plan de gestión ambiental para el año 2038 como es el caso de Bogotá, cosa que la gente desconoce. Veo que esta ciudad tiene mucha proyección y posibilidades de ser mejor, pero esto depende del compromiso de los habitantes.