“Soy separada y cristiana. Mis hijos están grandes, pero todavía viven conmigo. No busco una relación seria”. Así era el perfil que Marcia Camero, de 43 años, publicó en Match, una reconocida agencia para buscar pareja que funciona a través de internet. Sus palabras despertaron la curiosidad de Carlos Julio Jiménez, de 53 años, quien había decidido rehacer su vida luego de dos divorcios y buscar a la mujer ideal en la red.
Aunque la foto de Marcia no cumplía con el perfil que estaba buscando: trigueña, de pelo oscuro e interesada en comprometerse con una relación, el azul de sus ojos y su sonrisa lo cautivaron. Sin pensarlo dos veces le mandó un guiño (una carita picando el ojo) a su correo electrónico y le hizo saber que quería conocerla. Fueron semanas comunicándose por chat. En cada conversación ambos iban perdiendo la timidez y compartiendo sus secretos.
Hasta que por fin decidieron conocerse personalmente. La entrada principal de Unicentro fue el lugar acordado. A las 2:00 de la tarde del 18 de enero de este año ambos se saludaron con un abrazo y desde entonces no han dejado de verse un solo día. Marcia aceptó la propuesta de matrimonio que le hizo Carlos un mes después de aquel encuentro, pero fue censurada por la iglesia cristiana a la que pertenece. “El mandato divino nos obliga a casarnos con personas que compartan nuestra fe. Decidí apostarle a la relación con Carlos”, cuenta entre lágrimas.
El caso de Carlos Julio y Marcia se repite en cientos de parejas colombianas y extranjeras que deciden unir sus vidas luego de conocerse por internet. Aunque en nuestro país esto todavía sigue siendo un tabú y la mayoría de mujeres prefieren ocultar que conocieron a su esposo, novio o amante en la red para no parecer desesperadas, algunas ya hablan del tema convencidas de que seducir a alguien a través de internet es lo mismo que hacerlo en un bar, una fiesta o un restaurante.
En Colombia los hombres interesados en este método son solitarios, separados, viudos o muy tímidos. Mientras que las mujeres que lo utilizan, lo hacen porque creen que llegó el momento de rehacer sus vidas o sienten que se están quedando solteronas, que los hombres se buscan otras más jóvenes.
Es el caso de Carolina, de 37 años, quien luego de terminar una relación de casi siete años y de ver cómo todas sus amigas empezaban a casarse mientras ella seguía buscando a su hombre ideal, decidió acudir a una agencia colombiana especializada en asesorar a mujeres y hombres para que consigan pareja a través de este medio.
Se trata de Conexiones VIP, una compañía con sede en Bogotá y EU, que desde hace cinco años atiende a más de 500 clientes al año. Las personas interesadas se inscriben en un programa que dura tres meses, durante los cuales reciben consejos para seducir a través de la web y asesoría para buscar a su pareja ideal de acuerdo con la edad, posición económica, religión y nacionalidad.
Carolina confiesa haber sentido miedo de que nadie la contactara luego de publicar su foto y perfil. Pero todos los días recibía 25 correos electrónicos. Eso sí, los leía en la privacidad de su casa porque ni sus compañeros de trabajo ni sus amigos y familiares, podían enterarse que estaba buscando novio por internet. “Hay muchos prejuicios frente al tema. La gente cree que uno recurre a este medio por desesperación. Y donde se enteren sería terrible para mi vida social”.
Sin embargo, Carolina al igual que decenas de hombres y mujeres que utilizan la red para conocer personas, reconocen que es una alternativa más efectiva, pues no sólo las posibilidades de búsqueda son infinitas, sino que “uno desnuda su alma por
el chat, es más fácil hablar de todos los temas y dominar la timidez –explica–. No soy el tipo de mujer que le gusta salir sola a bares en plan de levante, e internet me permitió dominar la situación”.
No todas las personas corren con buena suerte. Algunas como Lucía, de 66 años, son estafadas por hombres vividores. “Me conquistó con sus palabras a través del chat. Él vivía en otro país. Un día me dijo que vendría a visitarme. Me pidió US $3.000 para arreglar unos asuntos antes de viajar, pero una vez le consigné el dinero nunca más volví a saber de él”.
En cambio, hay otras personas que sufren decepciones por el aspecto físico. Amparo Arias, gerente de Conexiones VIP, recuerda que una de sus clientes llegó consternada a verla luego de su primera cita con el hombre que había conocido en la red. Era una persona enana, pero ni en su perfil ni en la foto esto era evidente. Por eso, Amparo sugiere que antes del primer encuentro físico se deben ver por cámara y ellas deben pedirle que se pare debajo de la puerta. “Como casi todas las puertas miden 1,80 m de alto se puede determinar fácilmente la altura de la persona”.
María Elena López, psicóloga de familia y terapista de pareja, explica que en internet, al igual que sucede en el mundo real, hay un proceso de enamoramiento, pero es posible que en la red sea más fuerte y por eso se debe tener cuidado. “Parte del fracaso de las relaciones que surgen en la red es porque se generan expectativas muy altas y cuando la persona se enfrenta a la realidad, descubre que era un espejismo”.
Matrimonios exitosos, estafas, infidelidades y fracasos amorosos suceden y se fraguan en internet, al igual que en la vida real. Muchas de las personas que eligieron el mundo virtual para enamorarse aseguran que es como jugar la lotería. Otras, como Ivonne, de 26 años (el próximo año se muda a Estados Unidos a vivir con su novio, un guatemalteco que conoció en la web), aseguran que las posibilidades son infinitas y que siempre habrá alguien al otro lado de la pantalla a quién gustarle
Lo cierto es que aunque en Colombia el tema todavía no es bien visto en sociedad, cada vez son más las mujeres y los hombres entre 22 y 70 años que se animan a buscar su pareja ideal en la red.
Amor en la red
Amparo Arias, gerente de Conexiones VIP, aconseja algunos trucos para no ser víctima de estafas o redes de prostitución:
Compruebe los datos de quien lo ha contactado por la red, antes de conocerse personalmente.
Busque pareja por intermedio de agencias reconocidas y no de un buscador.
Cuando tenga sexo virtual, no muestre su cara a la cámara.
En la primera cita vaya a un lugar público.
No envíe dinero a la persona con la que está interactuando por internet.