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La bodega virtual de los constructores

A los 28 años, José Fernando Martínez tiene todavía por delante una larga carrera por cimentar y edificar. Por eso, cuando entró al restaurante Niko, en el norte de Bogotá, dio la impresión de ser un ejecutivo junior, sin planes distintos a los de escalar la cúspide profesional a la vuelta de una década. Pero las apariencias engañan. Martínez ya ejerce el cargo de gerente general de Iconstruye, filial en Colombia de la matriz chilena del mismo nombre, que irrumpió en el mercado austral hace siete años para aglutinar los intereses de constructores y proveedores en un solo lugar, a fin de agilizar las transacciones mutuas y ganar tiempo y dinero.

Hugo Sabogal / Especial para El Espectador
20 de noviembre de 2007 - 04:52 p. m.

Martínez, oriundo de Popayán, luce una frondosa melena y un aire de frescura y seguridad. Como contraste -o complemento- viste trajes discretos de colores conservadores (grises y azules, principalmente) para no generar muros de contención. Maneja con prolijidad los nombres de los principales restaurantes bogotanos, pues, en calidad de despreocupado soltero, sale a cenar con frecuencia. Le gustan las pastas y las carnes, y se declara furibundo aficionado al Carménère chileno, cepa que lo ha embrujado no sólo por su sabor, sino por su historia de ser una joya recuperada en el túnel del tiempo. Esta vez Martínez optó por un antipasto árabe y un linguini carbonara, todo con un par de copas de Carménère, obviamente.

¿Cómo llegar a la cima de manera tan prematura? Martínez, quien no oculta su ‘pilera', contesta que, en su caso, todo parece haber sido el fruto de unas muy bien jugadas carambolas. Terminó administración de negocios en la Universidad Javeriana, en Cali, y luego trabajó brevemente en Laboratorios Baxter. Pero interrumpió su carrera laboral para perfeccionar el inglés y medirse el aceite en un país ajeno. Viajó a Estados Unidos para participar en un programa de intercambio y sobrevivió como empleado de un hotel. Al regresar a Colombia, pensó pasar brevemente por Bogotá y, sin proponérselo, se quedó. Un amigo lo conectó con el entonces presidente de La Previsora, Juan Carlos López (actual presidente del Club de Fútbol Los Millonarios), y recibió una oferta de trabajo. Empezó como analista de riesgo financiero y terminó, en poco tiempo, como director de planeación de la entidad. Salió de allí porque conoció, en el posgrado de mercadeo en la Universidad de Los Andes, al actual vicepresidente de suministro y mercadeo de Ecopetrol, quien lo incorporó a su equipo. Y de allí, por sugerencia de su hermano, aceptó entrevistarse con los directivos de la Cámara Colombiana de Infraestructura para dirigir un nuevo proyecto.

Tras exámenes y pruebas en Colombia y Chile, recibió el encargo de poner a funcionar la empresa Iconstruye Colombia, dedicada a la gestión de abastecimiento en línea para el sector de la construcción. Los servicios de la firma abarcan desde la identificación de las necesidades de compra, hasta el pago a proveedores con el fin de incrementar la eficiencia de los procesos. La filial colombiana cuenta entre sus socios a Iconstruye Chile y a las mayores empresas constructoras colombianas, así como las cámaras de comercio de Cali y Medellín, y fundaciones empresariales vinculadas a la Cámara de Comercio de Bogotá.

¿Cuál es la ventaja de una plataforma de abastecimiento en línea? Martínez se devuelve en el tiempo (aunque en Colombia la situación pertenece al presente) y narra el hipotético caso de una firma constructora con diez obras regadas por la ciudad o el país, cada una de ellas a cargo de un jefe de compras. Éste debe hacer su gestión en formularios de papel y luego empujarlos por las oficinas del ingeniero jefe y del centro de compras de la compañía, corriendo el riesgo de atasco en la mitad del camino. Al final, se generan demoras y costos imprevistos por posibles atrasos o por sensibles fluctuaciones de precios para un mismo producto.

Los chilenos, según Martínez, vieron la oportunidad de simplificar el proceso en una plataforma digital y así nació Iconstruye. El software permite que todas estas fases se generen y se tramiten de manera electrónica instantánea, en muchos casos en tiempo real. Cuando la orden de compra cumple su ciclo interno, sale a un módulo de cotizaciones, donde los proveedores de los insumos requeridos pueden analizarla y formular sus propuestas. Gana la mejor y más conveniente, sin que el resto de la comunidad virtual lo sepa.

"Además de mejorar la productividad y ahorrar dinero, evitamos el desgaste de una guerra de precios", dice Martínez. ¿Pero qué pasa si un constructor mantiene relaciones de larga data con uno o varios proveedores? Éstas se respetan, agrega. "Pero los requerimientos de un constructor son tantos, que un market place especializado, para operar buena parte de las transacciones, es una ganancia indiscutible".

A Iconstruye puede pertenecer cualquier compañía del sector, previo el cumplimiento de algunos requisitos. Pero, en esencia, el constructor paga, en salarios mínimos, una tarifa fijada de acuerdo con su tamaño. El valor oscila entre dos y ocho salarios mínimos. Los proveedores solamente le transfieren a Iconstruye una comisión de entre el 0,3 y el 0,7 de la operación, si la venta es exitosa.

Martínez anticipa que, a la vuelta de cinco años, pretende alcanzar un universo de 800 empresas, de las miles registradas en Colombia. Quiere terminar el 2008 con más de 120.

De postre

- El pasado empresarial de José Fernando Martínez, gerente general de Iconstruye, incluye un padre caficultor y constructor, quien ha pertenecido al Comité Nacional de Cafeteros y a la junta directiva de La Agrícola de Seguros. Su hermano es banquero de inversión.

- La ola de inversiones chilenas en el sector del comercio se complementará con la llegada de Almacenes París, competidor de Falabella. Luego la inversión se trasladará al sector de la construcción, el más poderoso en la economía del país austral.

- Una de las áreas donde requerirá de manejo político es en sus relaciones con Camacol, que mantiene programas similares de acercamiento entre constructores y productores. "Pero una alianza con Camacol nos robustecería a todos".

- En Colombia, el sector de la construcción mueve, anualmente, más de 20 billones de pesos.

Por Hugo Sabogal / Especial para El Espectador

 

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