Cuando le dieron la noticia de que era el feliz ganador, lloró de felicidad porque llevaba varios años buscando una casa de interés social donde ubicar a sus seres queridos. “La taquilla directa de El Espectador nos trajo la suerte a mí y a mis colegas”, dijo en el momento de ser levantado en hombros por 10 de esos colegas que también venden periódico.
Buscó asesoría de los arquitectos de la Fundación Mario Santo Domingo para adecuar su nueva casa y tener a la familia completa en las mejores condiciones “y sin pagar arriendo”.
Voceadora con casa nueva en Bogotá
Luz Marina Caballero, casada y con dos hijas, fue la ganadora. Luego de ser secretaria en una oficina de abogados y de tres años buscando empleo sin resultados positivos optó, para “rebuscarse el diario”, por montar un restaurante que no le representaba lo suficiente para sostenerse.
Hace 9 años fue asesorada y se enteró de que vender periódico era buen negocio y desde entonces ha trabajado para ello en el sector de La Estrada, en el occidente de Bogotá. Inició vendiendo 10 ejemplares diarios y hoy comercializa 500 “Espectadores”. Sobre la casa que ganó dice: “Será la herencia para mis hijas, para que así no pasen penurias”.
Un éxito el concurso “Agote su dotación y gane con El Espectador”
Con motivo del relanzamiento de El Espectador como diario, el pasado mes de mayo se realizó una actividad especial para premiar el esfuerzo que realizan voceadores en todo el país y en los puntos de venta en Bogotá. Día a día cumplen con la ardua y notable labor de venta en calle de El Espectador.
Como un gran precedente El Espectador entregó a los voceadores dos casas de interés social como premio a su efectividad comercial. Una casa para los voceadores de Bogotá y otra para los voceadores del resto del país y cuyo feliz ganador vive en la ciudad de Barranquilla. Además, para los puntos de venta en Bogotá se realizó la rifa de un carro Hyundai cero kilómetros, teniendo en cuenta las ventas de ejemplares de El Espectador entre lunes y sábado, y donde participaron cerca de 2.300 puntos de venta. El Espectador cumple y continuará con muchas más actividades y premios para todos sus canales de distribución.
Se quedó con el carro
Henry Antonio Díaz, separado y con dos hijos, recibió un carro Hyundai cero kilómetros como ganador en punto de venta. Empezó como dependiente de droguería y desde hace 20 años montó la suya en el sector de Bosa, en el sur de Bogotá. Cuando se enteró que El Espectador volvía a ser diario, recordó los niveles de ventas de este periódico y la rentabilidad que ofrece para su negocio. Su lema: “Lo mejor es ofrecer a mis clientes un periódico que informa de manera directa los hechos que Colombia debe conocer”. No sabe manejar, pero le va a sacar el jugo. “Estoy contento con semejante premio porque al venderlo invertiré en mi negocio de toda la vida”.