Se hizo justicia. América y Chicó, los dos mejores equipos del semestre, disputarán desde este miércoles, a las 7:00 p.m. en el estadio Pascual Guerrero de Cali, la gran final de la Copa Mustang I.
Para los escarlatas será la posibilidad de conquistar su estrella número 13, mientras que para los ajedrezados, la oportunidad de confirmar que para ganar títulos no es necesario tener mucha historia y tradición.
El equipo es dirigido por el experimentado técnico Diego Édison Umaña, quien anunció que pondrá como titulares a los mismos jugadores que hace ocho días lograron la clasificación ante Envigado, es decir, Adrián Berbia en el arco; Iván Vélez, Harold Viáfara, Carlos Valdés y Pablo Armero en la zona defensiva; Jaime Córdoba, John Valencia, Adrián Ramos y Duván Zapata en la mitad, y Víctor Cortés con Luis Tejada adelante.
“Estamos muy motivados, físicamente bien y en lo anímico mucho mejor. Vamos a enfrentar a un rival que llegó merecidamente a la final, pero tenemos confianza en que lo superaremos”, señaló el técnico de los rojos.
Chicó, en cambio, sí tendrá varias novedades para el juego de ida, pues no contará con el experimentado Ever Chaca Palacios ni con Juan Alejandro Mahecha, quienes deberán cumplir una fecha de suspensión.
El mexicano Mario García, en cambio, regresa al once inicialista. Alberto Gamero, estratega del conjunto boyacense, trabajó el lunes con Edigson Velásquez en la puerta; Pedro Pino, Mario García, Arley Palacios y Brahaman Sinisterra atrás; Leonardo López y Jhonny Ramírez como volantes de marca; Víctor Danilo Pacheco y Miguel Caneo más adelante, y Néstor Palmira Salazar con Henry Palacios, quien cumplirá la norma del sub 20, en la delantera. Frankie Oviedo ingresaría a los pocos minutos por el juvenil Palacios.
Será un duelo de pronóstico reservado y nadie se atreve a dar un favorito, pues aunque la trayectoria del América le da algo de ventaja, los resultados recientes indican que Chicó ha ganado los últimos seis enfrentamientos ante los escarlatas.
El título se definirá el próximo domingo en el partido de vuelta, que se realizará en el estadio La Independencia de Tunja, desde las 5:30 p.m.
“Pimentel es mi segundo padre”
La juventud que predomina en el actual plantel del América ha convertido en alternativa a Jersson Amur González, pero en una instancia tan definitiva como la que afrontan los rojos desde esta noche, se necesita y mucho la experiencia en finales del polifuncional jugador que ha disputado seis con los ‘Diablos’ y apenas perdió una.
Pero si da la vuelta olímpica, su felicidad no será completa. ¿La razón? “En el Chicó me abrieron las puertas después de mi salida del Pereira, y si bien soy hincha a morir de la ‘Mecha’, a esa institución la llevo en mi corazón por lo que me dio en el año y medio que estuve”.
Igual advierte que “hoy se está en el América, y obviamente quiero ser campeón, y si Dios mediante lo conseguimos, éste será el título que menos festejaré por el cariño y respeto que tengo hacia el Boyacá”.
No sólo lo quiere, también lo conoce, y si bien “cada partido es diferente, más en una final, sé la forma de trabajo del cuerpo técnico, la importancia que le da a la pelota quieta, así que es importante tener esa información, pero igual todos en el equipo saben la calidad de rival que vamos a enfrentar”.
Y si Chicó tiene lo suyo, de América destaca “el fútbol rápido y moderno que practica”. Pero nada le enorgullece más que integrar “el plantel más joven de todos los que he conformado”, e invita a la mayoría de sus compañeros que disputan por primera vez un título a que “sean conscientes de la oportunidad histórica que tienen. No es fácil llegar a donde hemos llegado, pero de nada servirá tanto esfuerzo si no logramos el objetivo final”.
Hasta el momento no ha aparecido una apuesta de por medio y con la única persona con quien no la pactaría es con Eduardo Pimentel, porque el presidente ajedrezado es para González “como un segundo padre por todo lo que ha hecho por mí”. Así es Jersson, un jugador de experiencia, futbolista de finales, pero fundamentalmente, un ser humano agradecido.
“A la final llegaron los mejores”
Néstor Fabián Salazar Díaz nació en Palmira, Valle, el 19 de diciembre de 1973. Y en su sexto cumpleaños recibió el mejor regalo de todos. América, el equipo del que se hizo hincha por tradición familiar, conquistaba su primera estrella.
Después, comenzó a soñar con ser futbolista mientras celebraba los títulos del equipo que dirigía Gabriel Ochoa Uribe. Claro, también sufrió y lloró cuando Julio César Falcioni, Roberto Cabañas, Ricardo Gareca, Juan Manuel Bataglia y compañía perdieron tres finales consecutivas de la Copa Libertadores.
Pero a finales de los 90 el destino le puso en su camino al Deportivo Cali, club en el que se formó como jugador y con el que debutó en el profesionalismo el 8 de mayo de 1995. Luego pasó por Bucaramanga, Cortuluá, América, Nacional, Júnior, Gimnasia y Esgrima de Argentina, Centauros, Deportivo Quito de Ecuador, Pereira, Quindío y Boyacá Chicó, con el que jugará desde hoy su tercera final, pues logró el título con los diablos rojos en 2000 y fue subcampeón con los verdolagas en 2004.
“Para mí enfrentar al América es especial. Soy hincha de ese equipo, mi familia también. Jugué allá, tengo muchos amigos en esa institución, pero quiero ganar algo con el Chicó y voy a dejarlo todo dentro de la cancha”, señaló el delantero antes de viajar a Cali.
“La clave para imponernos puede ser la mayor experiencia que hay en nuestra plantilla y la contundencia que tenemos de mitad de cancha hacia adelante, aunque hay que reconocer que América tiene un grupo joven, rápido, con mucha dinámica y hambre de gloria”, agrega el artillero, quien ha sido fundamental en la buena campaña del Boyacá Chicó.
Para él, “se hizo justicia, porque el título lo disputarán los dos mejores equipos del semestre por estadísticas y por fútbol”, además aclaró que: “mi familia me va a hacer fuerza a mí. Son fanáticos americanos, pero les conviene más que gane yo”.