Estamos a dos fechas de terminar los nonagonales de vuelta en el fútbol de la Primera B, que definirán cuál equipo luchará con el Rionegro por un cupo del fútbol profesional de primera división. La séptima fecha enfrentó al Real Cartagena y al Unión Magdalena el sábado pasado en el estadio Jaime Morón de la ciudad heroica. El partido terminó 1-1, y dejó con muy pocas posibilidades de clasificar a las finales al equipo samario. El Unión, sin embargo, no necesariamente tiene por qué lamentarse si damos una mirada financiera al asunto.
Estos dos equipos costeños, junto al Cortuluá, son los únicos tres equipos que se encuentran en la categoría B del fútbol colombiano, pero que hacen parte de la asociación de clubes afiliados a la Dimayor. El campeón de 2006 de la categoría de ascenso, La Equidad, es el único equipo que hoy se encuentra en la A, pero no hace parte de la Asociación.
¿Por qué no todos los equipos de la A y la B son asociados de la Dimayor? Los requisitos para ser asociado son: participar durante tres años consecutivos en la primera categoría, y luego el club que quiera ser asociado tiene que pagar una “ficha” que supera en valor los 4.000 millones de pesos.
En el caso del Real Cartagena, recordemos que pertenece a la Dimayor como asociado desde febrero de 1992. En esa época, cuando se iniciaba apenas el sistema de ascenso en el fútbol colombiano, el equipo Sporting de Barranquilla vendió su ficha a un grupo de empresarios de la capital de Bolívar porque quebró financieramente.
Ser asociado o no de la Dimayor es de una asimetría significativa, especialmente en el caso de los ingresos que afectan las finanzas de los equipos. Inicialmente la gran diferencia viene por los derechos de transmisión por televisión que pagaron en su momento TV Cable (este martes Telmex) para partidos de televisión por suscripción y el canal RCN para los partidos por televisión abierta. En efecto, el contrato que recibió la Dimayor por 4 años era de 17,5 millones de dólares, que se reparten equitativamente entre los equipos asociados. Para el caso de la B, los tres equipos reciben cada uno aproximadamente 200 millones de pesos anuales sin que salgan una sola vez por televisión, mientras que La Equidad, que jugó la final contra Nacional el año pasado, no ha recibido ingresos por ese concepto.
Otro ingreso importante para los clubes asociados es el subsidio que reciben de la Dimayor por concepto de transporte aéreo. En total un equipo tiene derecho a recibir 16 veces al año tiquetes aéreos para los partidos de visitante de los dos torneos, y una de las prácticas recurrentes que utilizan los empresarios en la B, es venderlos o canjearlos para enviar a los jugadores en bus, lo que resulta menos costoso.
¿Por qué es relativamente malo subir de categoría?
Al quedar campeón del torneo de la B, un equipo por lo general se enfrenta a una gran presión por parte de su hinchada y del periodismo local para reforzar la plantilla. El equipo entra con un mal promedio para pelear de nuevo el descenso durante todo el año, especialmente ahora que hay un descenso directo y una casilla de promoción.
Por otra parte, los jugadores que ganaron el torneo intentan renegociar el valor y las condiciones de sus contratos y difícilmente se vuelven a subir a un bus para jugar de visitantes, lo que daña el negocio de los canjes y venta de tiquetes aéreos. Pensando pragmáticamente, podría pensarse que hay algunos empresarios que prefieren ser protagonistas y pelear el torneo de la B, y no estar sufriendo con el promedio y en la parte baja de la tabla de la A, probablemente con menos presencia en las tribunas de los hinchas y con mejores resultados operacionales en sus estados financieros.