Agin Ceku conoce bien el conflicto en Kosovo. Desarrolló una brillante carrera militar en las filas del ejército yugoslavo hasta 1991 cuando estalló la represión serbia. Entonces, desertó de las filas militares y se vinculó a la Guardia Nacional Croata, un grupo de resistencia que durante años se enfrentó con las fuerzas de seguridad serbias y yugoslavas, que fueron acusadas de organizar una campaña de limpieza étnica que habría matado hasta 10.000 albaneses. La situación se complicó tanto, que en 1999 la OTAN tuvo que intervenir. Durante 78 días lanzó una campaña de bombardeos contra Serbia y luego de derrotar sus fuerzas, ocupó Kosovo.
Ceku, de origen albanés, decidió que era hora de salir del grupo de resistencia y regresar a la institución de la que había desertado. Se convirtió en general y en 2006 fue elegido primer ministro de Kosovo por la Asamblea del país. Desde entonces ha luchado por cerrar las heridas de un país abatido por la guerra. También estuvo al frente de la lucha por la independencia, declarada en 2008.
Agin Ceku, hoy ex primer ministro de Kosovo, visitó Colombia a propósito del Congreso Internacional de Desarme, Desmovilización y Reintegración que se celebra en Cartagena. En diálogo con El Espectador, Ceku cuenta con satisfacción que serbios y albano-kosovares hoy conviven pacíficamente, aunque advierte que “sigue habiendo extremistas interesados en manipular la situación”.
El ex primer ministro asegura que la independencia, autoproclamada el 17 de febrero de 2008, fue un momento de reconocimiento a los años de guerra, sufrimiento y dolor de su pueblo. “Fue una cuestión de honor porque logramos una meta que generaciones habían buscado”, explicó.
Diez años después del fin del conflicto, albanos y serbios tratan de vivir en paz. Y según Ceku lo han conseguido. “En este momento hay muchos serbios viviendo con nosotros pacíficamente. Por ejemplo, tenemos dos ministros que son serbios que a su vez tienen serbios en cargos de oficinas públicas. Sin embargo, hay extremistas serbios que quieren manipular la situación y hacer mostrar que somos un país inestable en este sentido”, explicó.
Ceku no conoce mucho del conflicto colombiano, pero recomienda “evitar a toda costa la violencia política. Esa fue la lección que aprendí de la guerra”.
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