“Cínicamente las Farc producen un comunicado justificando el asesinato de indígenas. ¡Por Dios! De dónde acá se puede aceptar, se puede legitimar el derecho que un terrorista o cualquier asesino se arrogue de disponer de la vida de un ser humano”, señaló el Primer Mandatario, al tiempo que aseguró que este tipo de hechos animan al Gobierno a seguir en su lucha contra el terrorismo.
En igual sentido se pronunció el vicepresidente Francisco Santos, para quien la masacre representa un acto desesperado e incoherente de “una guerrilla que habla de paz liberando supuestamente por generosidad a una gente, pero exactamente al mismo momento está asesinando awás, colocando carros bomba”.
En el comunicado, divulgado en la página web de la agencia Anncol, las Farc señalan que los indígenas, a quienes acusan de ser informantes del Ejército en la región, fueron retenidos el pasado 6 de febrero y que “ante la presión del operativo, su responsabilidad en la muerte de numerosos guerrilleros y su innegable participación activa que los implica en el conflicto, fueron ejecutados”.
En el documento, el grupo guerrillero argumenta que dicha acción no fue contra los indígenas, sino “contra personas que independientemente de su raza, religión, etnia, condición social, etc., aceptaron dinero y se pusieron al servicio del ejército en un área que es objeto de un operativo militar”.
De los cuerpos de los 27 indígenas que según las denuncias de la ONIC fueron asesinados, el Ejército sólo ha reportado el hallazgo de uno, en la vereda Tangaral, en medio de un campo minado con cerca de 50 artefactos explosivos.
Entretanto el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, aseguró que no es cierto que el Ejército tenga informantes en las comunidades indígenas, pues las acciones contra la guerrilla y las bandas criminales se han desarrollado sobre informaciones de inteligencia.
Santos señaló que las Farc seguirán perdiendo espacio político en todo el mundo, al tiempo que solicitó a la comunidad internacional pronunciarse sobre la masacre y condenar al grupo subversivo por su responsabilidad.