Cuando la lluvia se escucha fuerte en toda la ciudad ya se sabe lo que va a pasar. La historia se repite una y otra vez cada año y, a veces, en varias ocasiones en un sólo mes. El lunes pasado doña Flor Quiñónez se despertó por el frío de la humedad, que ya había alcanzado su colchón. No se dio cuenta a qué horas toda el agua de la tormenta que se escuchaba antes de dormir inundó su casa.
En total 80 familias se despertaron de la misma forma en Bosa, la más afectada en Bogotá. El barrio El Anhelo, de la misma localidad, fue el que mayores pérdidas registró. “Las inundaciones son frecuentes en esta zona porque hay muchas calles sin pavimentar. No dormimos de pensar que al día siguiente vamos a estar nadando en nuestra propia casa”, contó Quiñónez.
La noticia llamó la atención de Nidia Quintero de Balcázar, directora de la Fundación Solidaridad por Colombia, ya que “uno de los programas más importantes es ayudar a las comunidades en momentos de desastres naturales”, dijo. Después se puso en contacto con la alcaldía local de Bosa, la cual hizo el censo que determinó que habían sido 80 las familias perjudicadas en un solo fin de semana.
“Con estos auxilios queremos dar el mensaje de que es un deber ciudadano ser solidarios y ayudar a quienes más lo necesitan” aseguraba Quintero el pasado sábado en la mañana, mientras repartía un colchón, una cobija y un mercado a cada uno de los afectados identificados por el censo. Así mismo ocurrió hace dos semanas, cuando la Fundación Solidaridad por Colombia entregó ayudas a 200 familias en Soacha que habían perdido sus hogares a causa de los deslizamientos.
Todos aplaudieron a la fundación que desde hace 34 años es reconocida por este tipo de ayudas y programas permanentes de subsidios. “Vivo en función de la fundación. Eso me ha dado vida y me ha permitido llegar a la edad que tengo con energía y le pido a Dios seguirla teniendo hasta el último momento para seguir realizando este tipo de acciones”, expresó Nidia Quintero con alegría.
En cuanto a las inundaciones, la alcaldesa local de Bosa explicó: “En la localidad tenemos totalmente controlada la situación y seguimos monitoreando con ayuda de algunos líderes comunales que nos indican el nivel del agua. Los habitantes de Bosa también deben comprometerse en hacer un buen manejo de basuras, las cuales son la causa más frecuente para el taponamiento del alcantarillado”.
Hacia las 11 de la mañana aún quedaban personas de la localidad agradeciéndole los auxilios a Quintero, ante lo cual ella respondía: “Lo importante es dar una manito solidaria y, sobre todo, dar una manito amorosa”.