Pese al hermetismo de Opaín, concesionario del aeropuerto Eldorado de Bogotá, y de la Aeronáutica Civil, El Espectador conoció que el costo estimado por la demolición, construcción y operación de la nueva terminal unificada de pasajeros es de US$204 millones, cifra que cuestionó la Aerocivil, por considerar que este monto representa el 35% del valor global de la modernización del aeropuerto. Dentro del proceso, el valor de estas obras se conoce como delta.
De otro lado, el gerente de la concesión, Juan Pulido, le respondió al ministro de Transporte, Germán Cardona, el cuestionamiento sobre la capacidad del concesionario para construir la nueva terminal. El pasado jueves, el funcionario le advirtió a Opaín que si no está en condiciones de ejecutar la obra, al Gobierno la podía desarrollar.
Pulido señaló que jurídicamente ya está dada la orden para tumbar la actual terminal y que lo único que hace falta es firmar la modificación del contrato, donde se debe establecer el valor de esta obra y de la construcción del nuevo edificio, para lo cual la Aeronáutica amplió el plazo hasta el 24 de octubre.
Según Pulido, pese a que aún no está firmado el otrosí, las obras de esta terminal ya están en ejecución. “Hemos construido 1.100 de los 1.200 pilotes, 300 columnas y ya arrancamos la placa del segundo piso de lo que será la terminal nacional e internacional”.
El funcionario agregó que durante los tres años y medio que lleva la concesión se han invertido US$300 millones, que equivalen al 40% del total del proyecto (incluida la terminal de pasajeros), que incluye obras entregadas, como el edificio de la Aerocivil y la plataforma de carga.
El concesionario explicó que de ser demolida la terminal, deberá construirse una nueva torre de control, valor que no está incluido en el denominado delta.
Pulido advirtió que de los $270 mil millones que produce el aeropuerto, la Aerocivil recibe el 46,16% del ingreso bruto, el cual ha sido pagado semestralmente en efectivo. “Estamos trabajando y esperando que se defina lo del delta para espantar el fantasma de incapacidad que nos ronda”, concluyó.