Publicidad

La responsabilidad de los profesionales de la salud

Esta vez los médicos son el centro el debate. ¿Héroes o villanos? Informe especial.

Fernando Ruiz Gómez*
01 de febrero de 2010 - 10:30 p. m.

El ejercicio de la medicina moderna involucra necesariamente variables económicas. Cuando existía un ejercicio pleno de la medicina privada, los médicos podían ser tanto sujetos económicos —cobraban por sus servicios—, como filantrópicos, ya que podían discernir sobre las condiciones sociales de sus pacientes y modular su retribución en aras del beneficio de su paciente. Pero esos tiempos han cambiado en casi todo el mundo, sobre todo en los modelos de aseguramiento como el colombiano.

En sus manos está la posibilidad de determinar el consumo final de los servicios, a través de la fórmula u orden médica entregada al paciente; además, abre la cadena que factura el hospital, paga la EPS y finalmente abarca al Estado, a partir de las cotizaciones que todos hacemos al Sistema de Seguridad Social. El problema económico es que esos recursos no son infinitos. En Colombia sólo disponemos de aproximadamente $500 mil anuales para brindar atención completa a cada uno de los usuarios y los médicos manejan la llave de ese exiguo volumen de recursos.

Por esa razón, los profesionales de la medicina, principalmente los especialistas, pueden ser sujetos de presión por parte de los demás agentes que manejan ingresos a partir de su función —prestadores, industria farmacéutica, proveedores de insumos y tecnología, entre otros— para inducir demanda de servicios. ¿Cómo? A través de la prescripción de servicios justificados en el bienestar del paciente, pero a veces redundantes; mediante la prescripción privilegiada de determinadas marcas de medicamentos o el uso de aditamentos quirúrgicos predeterminados, cuyo precio involucra alguna forma de incentivo (éstos pueden ir desde la simple financiación de los congresos médicos y su educación continua, hasta pagos de comisiones u otros mecanismos que ya sobrepasan el límite legal).

Este hecho no es aislado en nuestro país, se trata de un fenómeno que se ha evidenciado en todos los países con economía de mercado. Pero los responsables no son los médicos que incurren en aceptar dichas prácticas, sujeto de estrategias comerciales muy sofisticadas, sino quienes se lucran primariamente de ello. El problema es que el sistema de salud colombiano se está desangrando por la espiral de consumo y abuso que se genera a partir de la inducción. La autorregulación de la profesión no ha funcionado, hay que decirlo así de claro.

Sin embargo, el Decreto 131 de la Emergencia Social, que ha sido criticado por limitar la autonomía médica, está buscando río arriba en los medios y no en las causas, consecuencia de dos condiciones fundamentales que no se han abordado: la necesidad de una estricta regulación de las prácticas comerciales de los agentes económicos que proveen los insumos y la carencia de un modelo de atención que posibilite el uso racional de los recursos.

Parece increíble que, como evidenció el Estudio de Precios en VIH-SIDA en Colombia, paguemos el precio más alto per cápita por medicamentos autorretrovirales de toda Latinoamérica. El Decreto 121 apenas muestra los dientes en los problemas del mercado de medicamentos, esquivando los crecientes problemas de posiciones monopólicas sobre muchos medicamentos y los crecientes márgenes de intermediación en su provisión.

Comienza reglamentación de decretos de Emergencia Social

Las constantes reuniones entre academias, asociaciones médicas y Gobierno no lograron cambios profundos en la reglamentación realizada anoche a los decretos de la Emergencia Social.

En diálogo con Caracol Radio, el ministro de la Protección Social, Diego Palacio, aclaró que el polémico tema de las sanciones económicas a los médicos que formulen medicamentos por fuera del POS seguirá vigente.

“Las sanciones deberán cumplir con dos elementos específicos: que no haya justa razón y que se haga daño al sistema”, aclaró Palacio, y explicó quiénes las impondrán: “Será un proceso de análisis que deberá hacer el Tribunal de Ética Médica de acuerdo con una revisión con pares profesionales”.

Asimismo, indicó que las guías para los médicos sólo serán obligatorias cuando exista evidencia científica incontrovertible; además, anunció que estas guías serán definidas en los próximos meses por la Academia Nacional de Medicina, las sociedades médicas y las universidades.

Los textos reglamentarios se publicarían esta semana.

*Investigador Centro de Proyectos para el Desarrollo – Cendex, Pontificia Universidad Javeriana.

Por Fernando Ruiz Gómez*

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar