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Odontología robótica

Con máquinas desarrolladas por los creadores del Telescopio Hubble se interviene a los pacientes más rápido y sin dolor.

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Mariana Suárez Rueda
30 de junio de 2010 - 10:01 p. m.
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A pesar de la música amena de los consultorios odontológicos y de la comodidad de la silla en la que se debe permanecer por lo menos 30 minutos, muchas personas no dejan de sentir aversión hacia el chirrido de la fresa, la aguja con la que a veces se debe adormecer la encía, los instrumentos filudos que adornan la mesa principal y las dolencias que por lo general caracterizan las horas siguientes a esta no tan grata visita médica.

Sin embargo, hace seis años, y pensando en ofrecerles a los pacientes intervenciones más rápidas, menos molestas y dolorosas, de mayor precisión y con materiales de mejor calidad que duren más tiempo, un grupo de odontólogos y científicos europeos y estadounidenses comenzaron a desarrollar máquinas robóticas que incluso el odontólogo puede operar sin estar en el consultorio.

Con el zirconio que se utiliza para recubrir los transbordadores espaciales diseñaron coronas de porcelana o silicona, carillas e implantes que, a diferencia de los tradicionales, no duran entre seis y ocho años, sino, por lo menos, doce. Como si fuera poco, los ingenieros que crearon el Telescopio Hubble se dieron a la tarea de fabricar unos sistemas de última tecnología para blanqueamientos dentales y una serie de aparatos 3D que permitieran realizar diagnósticos más completos.

El odontólogo colombiano José Luis Pulido conoció estos nuevos avances, que estaban revolucionando la odontología en Europa, y decidió viajar a Alemania y luego a Israel para capacitarse. Después de meses de estudio y de haber sido elegido profesor de tecnología robótica de Siemens para América, regresó al país con la idea de transformar su consultorio y convertirse en el primer profesional de la salud dental colombiano en utilizar la robótica con sus pacientes.

Durante estos últimos cinco años, sus servicios le han dado la vuelta al mundo, además de la calidad, porque los precios son iguales a los que se manejan en procedimientos sin robots. Pulido cuenta que, por esta razón, por lo menos el 50% de sus pacientes son extranjeros, aunque, asegura, “con el tiempo, cada vez más colombianos conocen de las ventajas de la odontología robótica y se animan a probarla”.

Y explica que gracias a esta nueva serie de equipos de última generación se han podido facilitar y simplificar los procedimientos. Por ejemplo, “ya no hay que ser tan invasivo, es decir, no hay necesidad de hacer cirugías o incisiones tan grandes. Podemos ser mucho más conservadores y no causar tanto daño ni maltratar al paciente”.

Además, advierte, ahora es posible llevar a cabo procedimientos complejos en tan sólo una cita, como construir y colocar múltiples coronas, gracias a que se puede planear con exactitud y anterioridad cómo va a ser la intervención con máquinas 3D.

 “Otra ventaja —dice Pulido—, es que contamos con un robot parecido al Da Vinci (utilizado en cirugías de próstata y cuyos brazos pueden girar 360 grados), que se puede manejar a control remoto por un sistema de GPS y, de esta forma, siempre y cuando se haya hecho un diagnóstico previo, podemos realizar la intervención sin estar en el consultorio”.

Los procedimientos estéticos, como blanqueamientos dentales o diseños de sonrisa, también se han vuelto más sencillos gracias a la odontología robótica. Rehabilitar los dientes manchados y con restauraciones previas metálicas, pigmentadas o deterioradas se puede hacer de una manera sencilla y sin tantas molestias, reemplazando éstas por materiales resistentes con colores iguales a los de los dientes naturales.

Pulido está seguro de que todas estas ventajas harán que en un tiempo la odontología robótica se consolide en el país y logre que muchos pacientes dejen atrás sus miedos y preocupaciones cada vez que tengan que sentarse en la silla de un dentista.

 msuarez@elespectador.com

Por Mariana Suárez Rueda

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