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“Hubo una famosa reunión en el coliseo Mauricio Naranjo de Yopal, donde el principal personaje era el doctor Germán Vargas Lleras y, como coincidencia, todos los señores presos por parapolítica, como son Óscar Wilches, Miguel Ángel Pérez, William Pérez. (...) La fiesta se hizo en la casa de don Andrés Rueda”. Esto dijo el ganadero boyacense Carlos Gabriel López Chaparro ante la Corte Suprema de Justicia el pasado 18 de julio, al ser interrogado sobre los supuestos nexos de Vargas Lleras, actual ministro de Vivienda, con los grupos de autodefensa.
Después de que El Espectador informara en su edición del pasado 8 de julio que el ganadero Carlos López era uno de los personajes que estarían detrás de los últimos señalamientos a Vargas Lleras, por los cuales el ministro afronta hoy investigaciones en la Procuraduría y la Corte Suprema, este tribunal decidió escucharlo. En su declaración de una hora y ocho minutos dejó en claro que nunca vio a Vargas Lleras con Martín Llanos, pero que sí lo vio en una manga de coleo con Néstor Ramón Caro Chaparro, extraditado a Estados Unidos por narcotráfico en 2010.
Su declaración parece un bulto de anzuelos. Primero sostuvo que el jefe paramilitar Martín Llanos lo obligó a irse del Casanare en 2000; después, que lo perdonaron y que sólo pudo volver en 2005 gracias a la arremetida que el presidente Uribe hizo entonces contra los paramilitares. Finalmente se concentró en dos nombres, Milton y Javier Álvarez, dos políticos del municipio de Tauramena, de quienes dijo que habían ordenado matarlo. Requerido por la Corte sobre el caso específico, sin mucha convicción se concentró en el asunto Germán Vargas Lleras.
Después de abordar el episodio de la supuesta reunión en el coliseo de Yopal, López Chaparro aclaró que él no estuvo ese día, pero que como Yopal es un pueblo grande todo se sabe y que el encuentro fue entre 2001 y 2002. Luego añadió que durante la fiesta en la casa de Andrés Rueda, un concejal de Aguazul conocido como Pepe Coronel, discutió con Germán Vargas y, al ser interrogado sobre quiénes asistieron a esa reunión, contestó que se imaginaba que eran de Cambio Radical. Precisó que además había participado Manuel Naranjo, vocero de una de las cooperativas que manejaba Martín Llanos.
Al preguntársele sobre la posibilidad de que Vargas Lleras tuviera cuotas en la administración del Casanare, manifestó no saberlo, pero insistió en que ningún secretario, alcalde o gobernador podía hacer política sin el aval de Martín Llanos, aunque insistió en que él nunca lo vio con Vargas Lleras. Y como el declarante optó por insistir en Néstor Caro, la Corte Suprema le pidió que precisara al respecto. Entonces Carlos López expresó que era un ganadero muy conocido con quien incluso él tuvo negocios, y que sólo después se supo que era ‘traqueto’ y que lo habían extraditado.
Luego habló de una manga de coleo de Néstor Caro, también entre 2001 y 2002, donde vio a Vargas Lleras; sin embargo, como asunto curioso, de todos los coleos del Casanare existen grabaciones o filmaciones, pero de ese no porque mandaron desaparecer todas las fotos. La Corte le preguntó quién había ordenado desaparecer esos videos y el testigo contestó que Vargas Lleras, pero añadió que un señor Aureliano Naranjo, de Cambio Radical, fue quien le concretó que habían mandado a recoger las evidencias. La Corte insistió una y otra vez sobre la filmación, pero sólo quedó en claro que nadie tiene una prueba.
En ese momento de la declaración se hizo un receso, al término del cual la Corte le pidió al testigo que organizara su exposición porque estaba hablando de personas y épocas sin concretar el tema de los supuestos nexos entre Vargas Lleras y Martín Llanos. El testigo López contestó que él nunca había mencionado a Vargas, que lo hizo a raíz de la publicación de El Espectador, pero que alguna vez un informante suyo le dio los nombres de las personas que habían acompañado a Vargas Lleras a donde Martín Llanos, y como él no tenía interés en ese tema, cargó la lista en la cartera hasta que se le perdió.
La Corte insistió interrogándolo sobre por qué ahora sí le interesaba hablar de Vargas Lleras. El declarante admitió que si el ministro lo iba a acusar, él iba a buscar pruebas de sus relaciones con Martín Llanos. Carlos López recalcó que hasta el momento sólo se había defendido de los políticos de Tauramena, Milton y Javier Álvarez, pero en medio de sus comentarios empezó a hablar de los hermanos Emiro y Gustavo Sosa, también políticos de la región. La Corte volvió a interrumpirlo para preguntarle qué tenían que ver los Sosa con el tema específico. El declarante contestó explicando su incidencia regional.
Emiro Sosa fue exalcalde de Yopal y exgobernador del Casanare, pero fue asesinado por los paramilitares el 7 de diciembre de 2001. Su hermano, Gustavo, fue alcalde de Sogamoso y segundo lugar en la lista de Germán Vargas Lleras en las elecciones al Congreso en 2002. El testigo Carlos López manifestó que el primero era un líder del norte del Casanare y su hermano, del sur, y que en esta última zona nadie votaba por otro que no fuera el candidato autorizado por Martín Llanos. Por eso sostuvo que los 7.000 votos que Vargas Lleras obtuvo en la región no eran de Gustavo Sosa sino del jefe paramilitar Martín Llanos.
En este momento de la declaración, la Corte le preguntó por Javier Vargas Barragán, otro político de la región. Carlos López aseguró que era un exrepresentante a la Cámara de Cambio Radical, “muy amigo de Martín Llanos y de Germán Vargas Lleras”, y que, a su manera de ver, fue el enlace entre ambos. Acto seguido relató que cuando le tocó ir a arreglar su seguridad con Martín Llanos, después de que los hermanos Álvarez lo declararan objetivo militar, vio a Javier Vargas con el jefe paramilitar. De ahí dedujo que en efecto eran amigos, así como de Néstor Caro. Ya eran entonces varias coincidencias.
En conclusión, resumió el testigo, “yo contra el doctor Vargas Lleras lo único que sé es eso. Ustedes deciden si tiene o no relaciones. No podía nadie hacer política sino con la orden y bendición de Martín Llanos. El que se oponía lo mataban”. La Corte insistió en que concretara si había visto a Martín Llanos con Germán Vargas. El ganadero López fue enfático: “Nunca, nunca”. El alto tribunal replicó preguntando si lo había visto con Néstor Caro. El declarante expresó: “Ese sí lo vi, se lo juro por Dios mi santísimo. Lo vi en la manga de coleo de Néstor, reunido, andando con él”. Y añadió que había un general de brigada.
Luego la Corte quiso saber si en esa época se sabía de las andanzas de Néstor Caro en el narcotráfico y Carlos López manifestó que nadie sabía, que él compraba ganado en todas las ferias y que incluso alquiló dos camiones llenos de caballos para una cabalgata de recibimiento a Vargas Lleras en Villanueva. En ese momento de la declaración, tanto la defensa como la Procuraduría regresaron al tema del video del coleo donde habría estado Vargas Lleras, y el testigo puntualizó que un amigo suyo le había dicho que Vargas Lleras lo había llamado a decirle que no podía aparecer ninguna foto o imagen.
La declaración del ganadero Carlos Gabriel López concluyó averiguando quiénes hacían filmaciones en Yopal para saber si era posible ubicar el video, cuál era la relación entre Germán Vargas y Gustavo Sosa, si era cierto que el actual ministro le había dicho a Sosa que renunciara a su curul en momentos en que también lo amenazaba Martín Llanos, y cómo se había enterado de que Vargas Lleras supuestamente lo había demandado ante la Fiscalía y además habían llamado a Santiago Uribe —hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez— para que aportara una declaración en el mismo expediente.
Revisando archivos judiciales se puede constatar que, desde mediados de 2008, Carlos López ha insistido ante la Fiscalía en que Milton Álvarez, exalcalde de Tauramena, y su hermano, Javier, sean investigados. El 8 de mayo de ese año, por ejemplo, radicó una denuncia en la Fiscalía para denunciar nexos de los Álvarez con Martín Llanos, reseñando una lista de supuestos miembros de las autodefensas. En septiembre del mismo año, volvió a arremeter contra los mismos personajes, de quienes aseguró estaban detrás de sus problemas de seguridad.
En esa ocasión, en una carta dirigida a una fiscal anticorrupción, aseveró que había tenido que abandonar su finca La Dorada, en Tauramena, por las amenazas de Milton y Javier Álvarez, a quienes calificó como el último residuo paramilitar de Martín Llanos. Agregó que en diciembre de 2007 le pidieron $50 millones como extorsión y que, extrañamente, un documento que sólo conocía su amigo Santiago Uribe Vélez apareció en la Fiscalía. En dicha misiva, López aseguró que los Álvarez le habían mandado a decir que si no retiraba sus denuncias iban a crear un proceso penal en su contra.
A lo largo de 2009, Carlos López siguió insistiendo en sus denuncias contra Milton y Javier Álvarez, pidiendo además el relevo del fiscal de su caso. El 17 de junio de 2011, cuando buscaba la Gobernación del Casanare, fue capturado en Yopal el exalcalde de Tauramena Milton Álvarez. Según se conoció en ese momento, fue acusado, junto a otros políticos de la región, la mayoría exalcaldes, de haber participado en el llamado Pacto del Casanare, a través del cual aceptaron entregarle un alto porcentaje del presupuesto y de los contratos a Martín Llanos a cambio de su apoyo en las elecciones.
A esa altura de los hechos, ya otros alcaldes del Casanare estaban presos por las mismas razones. Lo mismo que el exgobernador Miguel Ángel Pérez, condenado a seis años de prisión por el escándalo de la parapolítica. Suerte idéntica a la de Óscar Wilches y William Pérez, también exgobernadores. Una sucesión de evidencias de cómo el paramilitarismo de Martín Llanos penetró el poder político en el Casanare. En cuanto a Néstor Raúl Caro Chaparro, fue capturado en Brasil en abril de 2010 y ese mismo año deportado a Colombia y luego extraditado a Estados Unidos, donde sigue preso.
El pasado 6 de febrero, en Anzoátegui (Venezuela), donde se refugiaba desde hace tres años, fue capturado Héctor Buitrago, o Martín Llanos. A pesar de los cargos en su contra por paramilitarismo y narcotráfico, se mantiene en silencio. La justicia ya lo buscó en la cárcel La Picota para que declarara en las investigaciones contra el ministro Germán Vargas, pero respondió que piensa contar todo lo que sabe después de que protejan a su familia. Entre tanto, la justicia persiste en su brega por definir si Vargas Lleras tuvo nexos con Martín Llanos o es víctima de un complot de sus enemigos políticos, empezando por Carlos Gabriel López Chaparro.
¿Y quién es Andrés Rueda Gómez?
Andrés Rueda fue el anfitrión de la fiesta en homenaje al hoy ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, según el testigo Carlos Gabriel López Chaparro. Algunos antecedentes de Rueda dan cuenta que en diciembre de 2001 las autoridades detuvieron en Bogotá a Jesús Emiro Pereira Rivera, jefe del bloque Capital de las Autodefensas. Estaba señalado de ser el autor intelectual de los asesinatos de los excongresistas Alfredo Colmenares y Octavio Sarmiento, así como de tres miembros de una familia de ganaderos del Casanare.
Pereira era además concuñado de Carlos Castaño y mano derecha de su hermano Vicente Castaño. En el momento de su captura trató de desaparecer un cheque a nombre de Andrés Rueda. Tiempo después éste resultó nombrado como jefe de campaña en el departamento del Casanare de Álvaro Uribe en su aspiración a la reelección. Al conocerse estos hechos Rueda renunció a la campaña. El caso no fue investigado con suficiencia en la Fiscalía.
Los movimientos del caso en los estrados
El pasado 31 de julio la Procuraduría General de la Nación llamó a declarar a 11 personas con el propósito de determinar cómo hizo campaña el entonces candidato Germán Vargas Lleras en el departamento del Casanare.
El grupo de los llamados a declarar está compuesto por empresarios y políticos de la región. Al Ministerio Público deben acudir Fernando Camacho, Néstor Ramón Caro Chaparro, Javier Enrique Vargas, Leonel Torres, los hermanos y exalcaldes de Tauramena Milton y Javier Álvarez. Otros llamados son Jairo Josué Pérez, Gustavo Sosa Pacheco, el exparlamentario Óscar Wilches y los exgobernadores del Casanare Miguel Ángel y William Pérez. En cuanto a la Corte Suprema de Justicia, por petición del ministro Germán Vargas Lleras, se adelanta una indagación.