Cada vez que una minera araña las tierras colombianas en busca de oro, carbón o cualquier otro mineral, o cada vez que una petrolera perfora muy profundo para extraer gas natural y petróleo, los colombianos recibimos la carga de soportar la contaminación y la pérdida de biodiversidad. A cambio, recibimos una compensación en forma de millones de dólares: las regalías. Con ese dinero, las administraciones departamentales financian proyectos que surgieron de las necesidades de las comunidades.
El Espectador le pidió al Departamento Nacional de Planeación (DNP) una lista de los proyectos financiados con regalías que tienen procesos administrativos de control abiertos. Es decir, los proyectos que preocupan al DNP por el riesgo de que se pierdan las regalías en una maraña de corrupción. Luego, este diario buscó uno a uno los contratos en el Sistema Electrónico de Contratación Pública (SECOP) y verificó la información sobre el avance de la ejecución.
Con la información de SECOP, El Espectador construyó una base de datos que ahora pone a disposición del público para que los usuarios puedan buscar sus municipios e identificar si existen proyectos en riesgo. La base de datos incluye información sobre el objeto del contrato, el contratista, el estado del proyecto según lo reportado en SECOP, así como el enlace a esa plataforma donde se cargan todos los documentos.
