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Caso aborto: Los peros a la objeción de conciencia de la magistrada Cristina Pardo

La médica y pionera del movimiento Causa Justa, Ana Cristina González, reflexionó sobre los problemas que trae que un juez como Cristina Pardo haya objetado conciencia en un caso tan emblemático como la despenalización del aborto y que sus compañeros de Sala no la hayan apartado del expediente.

Ana Cristina González
02 de marzo de 2022 - 08:57 p. m.
González es especialista en salud sexual y reproductiva y es pionera del movimiento Causa Justa.
González es especialista en salud sexual y reproductiva y es pionera del movimiento Causa Justa.
Foto: El Espectador - José Vargas

Por Ana Cristina González

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Eugenio(80281)04 de marzo de 2022 - 01:01 p. m.
Defiendo su punto de vista sobre la libertad de las mujeres, pero cuando vaya a defender algo defiéndalo bien. Qué argumento tan pobre: “la objeción es casi siempre inmutable”. Con ese “casi” su silogismo no permite deducir absolutamente nada, pues le quita toda fuerza a la premisa (es posible que de 2014 a 2022 la Dra. Pardo haya tenido una conversión y acepte ahora otro sistema de creencias).
Helena(66766)04 de marzo de 2022 - 04:33 a. m.
Es la forma de garantizar la negación de manera absurda! En qué país se convirtió mi patria boba? Estamos en la olla
Jose(18935)03 de marzo de 2022 - 10:31 p. m.
Sería bueno saber quien llevó a esta magistrada a la Corte y lo que es mejor saber a quien representa? Porque como juez deja ver que le falta ética y transparencia en sus decisiones.
Marino(50307)03 de marzo de 2022 - 09:58 p. m.
el derecho a vivir poco importa a los magistrados que votaron afirmativamente por esta masacre de niños indefensos que veremos de ahora en adelante; pero no olvidemos que Dios es justo y esta justicia no es parcializada y tarde o temprano sobre ellos y los promotores les caerá el peso de la justicia de Dios
Norma(12580)03 de marzo de 2022 - 03:56 p. m.
Excelente argumentación en derecho, respetando los principios de autonomía y dignidad de las mujeres y los deberes de quien deben opinar e impartir justicia desde el derecho y no desde sus muy respetables convicciones religiosas. Menos mal que la inquisición ha sido parcialmente superada, o nos estarían matando en la hoguera por pensar de manera diferente.
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