Caso Dimar Torres: proceso contra coronel (r) se queda en la justicia ordinaria

Se destrabó el proceso judicial en contra del coronel en retiro Jorge Armando Pérez Amézquita por su presunta responsabilidad en la muerte del excombatiente Dimar Torres, el 22 de abril pasado en Ocaña, Norte de Santander. El juzgado 27 penal del Circuito determinó que ese expediente no puede llevarse en la justicia penal militar, como pretendía la defensa del uniformado, sino en la justicia ordinaria.

(En contexto: Caso Dimar Torres: el paradójico argumento del coronel (r) bajo la lupa de la Fiscalía)

Con esta decisión, la Fiscalía ya puede solicitar nuevamente audiencia pública para imputarle cargos al oficial por la muerte de Torres, un hecho que ha conmocionado al país por tratarse, aparentemente, de una ejecución extrajudicial. Se sabe, hasta el momento, que el desmovilizado fue asesinado por miembros del Ejército, que la comunidad impidió que fiera enterrado de manera improvisada, y que al parecer habría premeditación en el crimen.

Tanto Pérez Amézquita y los soldados profesionales Cristian David Pulido, William Andrés Castrillón y Yeison Alexander Duarte habían solicitado que el caso pasara a manos de la justicia penal militar, por considerar que la acción fue parte del servicio en la Fuerza Pública. Según la defensa del oficial, este se limitó a realizar “órdenes de operaciones”.

“(…) hizo unos cálculos de inteligencia y era miembro del Ejército activo; entre otros factores, configurarían una acción dentro del servicio y, por ende, por garantías procesales, constitucionales y penales, que en el caso del coronel Pérez son los jueces de justicia penal militar”, señaló su defensa hace pocas semanas.

(En contexto: Desvinculan del Ejército a testigo del caso Dimar Torres)

Cuando se hizo el cambio de jurisdicción, sin embargo, no eran públicos los chats de Whatsapp que reveló la revista Semana, que apuntan a que la muerte de Dimar Torres se habría tratado de un acto de venganza por la muerte del soldado Pablo Borja García, luego de pisar un artefacto explosivo.

Según la publicación, el coronel (r) Pérez Amezquita habría ordenado dar con los responsables y responderles. “Hay que destruirles cuanta mierda tengan (...) yo no necesito reportar nada. Necesito es vengar la muerte del soldado, hay que matar”, habría dicho el oficial (r), según declaraciones dadas por soldados al ente investigador.

Se destrabó el proceso judicial en contra del coronel en retiro Jorge Armando Pérez Amézquita por su presunta responsabilidad en la muerte del excombatiente Dimar Torres, el 22 de abril pasado en Ocaña, Norte de Santander. El juzgado 27 penal del Circuito determinó que ese expediente no puede llevarse en la justicia penal militar, como pretendía la defensa del uniformado, sino en la justicia ordinaria.

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Con esta decisión, la Fiscalía ya puede solicitar nuevamente audiencia pública para imputarle cargos al oficial por la muerte de Torres, un hecho que ha conmocionado al país por tratarse, aparentemente, de una ejecución extrajudicial. Se sabe, hasta el momento, que el desmovilizado fue asesinado por miembros del Ejército, que la comunidad impidió que fiera enterrado de manera improvisada, y que al parecer habría premeditación en el crimen.

Tanto Pérez Amézquita y los soldados profesionales Cristian David Pulido, William Andrés Castrillón y Yeison Alexander Duarte habían solicitado que el caso pasara a manos de la justicia penal militar, por considerar que la acción fue parte del servicio en la Fuerza Pública. Según la defensa del oficial, este se limitó a realizar “órdenes de operaciones”.

“(…) hizo unos cálculos de inteligencia y era miembro del Ejército activo; entre otros factores, configurarían una acción dentro del servicio y, por ende, por garantías procesales, constitucionales y penales, que en el caso del coronel Pérez son los jueces de justicia penal militar”, señaló su defensa hace pocas semanas.

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Cuando se hizo el cambio de jurisdicción, sin embargo, no eran públicos los chats de Whatsapp que reveló la revista Semana, que apuntan a que la muerte de Dimar Torres se habría tratado de un acto de venganza por la muerte del soldado Pablo Borja García, luego de pisar un artefacto explosivo.

Según la publicación, el coronel (r) Pérez Amezquita habría ordenado dar con los responsables y responderles. “Hay que destruirles cuanta mierda tengan (...) yo no necesito reportar nada. Necesito es vengar la muerte del soldado, hay que matar”, habría dicho el oficial (r), según declaraciones dadas por soldados al ente investigador.