En la vía que conecta los municipios de Ocaña y Convención, en Norte de Santander, fueron encontrados los cuerpos sin vida (amarrados y quemados) de dos personas que habían sido reportadas como desaparecidas desde el pasado viernes 12 de noviembre. Transeúntes reportaron el hecho en los corregimientos de Aguas Claras y la Floresta, a donde llegaron las autoridades para hacer los levantamientos de los cuerpos y las posteriores investigaciones de los hechos que rodearon el caso.
Lea: Retén ilegal en la vía entre Ocaña y Cúcuta sería responsabilidad del Eln
Las víctimas fueron identificadas como Andrey Guerrero y Yesid Amaya, quienes habían desaparecido, según sus familiares, desde el pasado viernes cuando hombres armados y se los llevaron con rumbo desconocido desde la vereda El Limón, ubicada a tres kilómetros del lugar en donde hoy fueron hallados sin vida.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
El coronel Carlos Martínez, comandante del Departamento de Policía Norte de Santander, rechazó “contundentemente los hechos presentados en Ocaña, donde a 50 minutos del casco urbano aparecieron dos cuerpos, los cuales los trataron de de incinerar”. Martínez informó que se desplegó una comisión especial para fortalecer las capacidades investigativas de la Policía de Ocaña para identificar a los autores “de este atroz crimen” y sus móviles.
Le podría interesar: “Con la muerte de Jorge Solano silenciaron las denuncias contra la corrupción en Ocaña”, Érika Caselles
Ocaña esta ubicada en la convulsa subregión del Catatumbo compuesta por los municipios de Ábrego, Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, Ocaña, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú. Desde hace varios años, por ejemplo, la Defensoría del Pueblo viene advirtiendo sobre la delicada situación de orden público que viven estos municipios. La última alerta temprana del organismo, de agosto de 2020, señala que el conflicto actual entre los grupos armados es producto del desajuste de los poderes armados que los llevó a enfrentarse de manera violenta por el control del cultivo y procesamiento de la hoja de coca, el tráfico y hurto de combustible, la extorsión, el secuestro, entre otros delitos.
Le podría interesar: Los guardianes de la memoria del Catatumbo
“Se ha logrado determinar que el municipio de Ocaña, en virtud del contexto subregional de violencia por el que atraviesa el Catatumbo, algunos sectores poblacionales tanto en áreas urbanas como rurales, podrían encontrarse en riesgo de no mediar acciones institucionales que logren la mitigación en una lógica de acción preventiva temprana. (...) el Catatumbo es en la actualidad el escenario de una confrontación violenta sin precedentes en la historia del conflicto armado regional, ya que desde comienzos de 2018, dos de los grupos insurgentes que por décadas convivieron en la región, el ELN y el EPL, protagonizan un enfrentamiento que no cesa y que sobrevino una vez se surtió la desmovilización del frente 33 de las Farc”, señala la alerta temprana de la defensoría del Pueblo.