La masacre ocurrida en enero de 2001, que dejó 27 personas muertas, quedó en manos de la entonces fiscal delegada de Derechos Humanos, Mónica Amparo Gaitán, quien terminó exiliada en Estados Unidos con su núcleo familiar por presiones en el interior de la Fiscalía. El caso llegó al Consejo de Estado que tumbó la decisión de repararla por los daños ocasionados. (AP Photo/Luis Benavides)
Foto: ASSOCIATED PRESS - LUIS BENAVIDES
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