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Piedad Caballero Prieto fue la secretaria de Educación de Cundinamarca entre 2001 y 2003. En 2004, estando ya fuera de la Gobernación, el jefe de esa entidad de entonces, Pablo Ardila Sierra, dijo a medios de comunicación que durante su gestión se hicieron pagos de salarios a maestros que en realidad estaban muertos, provocando una serie de investigaciones en la Contraloría General en su contra.
El escándalo de corrupción fue retomado por varios medios de comunicación. Se denunciaba, nada menos, que la Gobernación estaba usando recursos para pagarle a maestros que no existían. Piedad Caballero fue investigada, pero las pesquisas demostraron que los hechos irregulares realmente no ocurrieron y salió triunfadora. No obstante, su nombre quedó por el piso y el hecho le afectó en lo personal.